El viernes 14 de agosto de 1987, el diario ABC publicaba en primera página de su diario una fotografía en huecograbado de una persona mojándose en la fuente de los delfines de la plaza de la República de Argentina de Madrid. «Madrid, un horno», era el título de la primera plana. El calor exagerado era la noticia.
Madrid, un horno
Ese año, decía el ABC, se ceñía sobre la península una sofocante ola de calor, cuya máxima temperatura se había dado en la segunda semana de agosto, superándose los 40 grados en Madrid, las Mesetas yAndalucía.
Según el pronóstico del Instituto Nacional de Meteorología, que ABC desarrollaba, en la página 26 de aquel ejemplar, la situación meteorológica de ese día se caracterizaba por ser parecida a la del día anterior. A continuación lo explicaba con un peculiar lenguaje periodístico, diciendo: «sin lugar a dudas, el aspecto sobresaliente del entorno correrá un día más a cargo del calor». Es decir, que sería un día muy caluroso. «En numerosas comarcas del interior volverá a merecer el calificativo de sofocante -continúa el texto-. También habrá zonas en las que la visibilidad será mala, y no ya por las nieblas (estas se formarán en Galicia y en la costa del Cantábrico), sino porque es probable que hasta ellas llegue polvo del desierto». La calima ya era habitual en aquel momento. Todavía las máximas traspasaban timidamente los 40 grados y las mínimas eran, en Teruel, por ejemplo de 14 grados. (Ver ABC/ Agenda-Tiempo, 14 de agosto de 1987, pág. 26)
Signos de alarma
Han pasado más de treinta años desde la publicación de esta información de ABC. Ha habido apreciables cambios, ambientales, meteorológicos, científicos, sociales y políticos. Cada vez los desfases térmicos son mayores. Las evidencias científicas aún más evidentes. La ciudadanía, aparentemente, parece entender la situación. Porque la sufre. La política marca sus tiempos interesados y la economía establece las reglas, mucho más interesadas.
Hace más de treinta años los signos de alarma eran tan evidentes como para ocupar la primera página del ABC, un importante y fundamental diario español. Se trata solo de un ejemplo, pero evidente, de que, pasado el tiempo, nos ha importado poco el aviso. En 2022 la historia del desastre continúa, pero con consecuencias cada vez más tenebrosas. La ola de calor ha provocado 360 muertes en España en los primeros seis días durante 2022, con un pico máximo el viernes 15 de julio, con 123 muertes. Al menos 829 personas murieron en junio debido a las altas temperaturas. (Ver RTVE, La ola de calor provoca 360 muertes en España en los primeros seis días 16/07/2022)
Escombros de las antiguas construcciones de 1930 situadas en la plaza del Duque de Pastrana nº 7. (Foto: Enrique F. Rojo, 2016)
Como suelo recordar en el blog casi todos los años por estas fechas, «el verano es un buen momento para los derribos«. Y es que, en efecto, las constructoras aprovechan las vacaciones para derribar con cierto sigilo y sin que haya muchos testigos. Supongo que por aquello del «qué dirán» de la opinión pública ciudadana. Derribar supone destrucción y este acto por lo general resulta antipático, cuando no sospechoso de ser una insensible maniobra especulativa.
Derribo las antiguas casas de 1930 situadas en la plaza del Duque de Pastrana nº 7.(Foto: Enrique F. Rojo, 2016)
Un derribo más
Hoy voy a hablar de la demolición de unas casas de poca entidad que se situaban en el número 7 de la plaza del Duque de Pastrana en el distrito de Chamartín. A pesar de no estar protegidas por su poca «visibilidad» o escaso valor arquitectónico, formaban parte de un conjunto cuya particular fisonomía da a la plaza y entorno su pintoresco aspecto rural, en medio del torbellino urbano a pocos metros de la plaza de Castilla. Al menos hasta ahora, ya que poco a poco se van eliminando las viejas construcciones en favor de edificios vanguardistas de gran lujo que diluyen su recordado aspecto primitivo.
Lo que queda de las antiguas construcciones de 1930 situadas en la plaza del Duque de Pastrana nº 7. (Foto: Enrique F. Rojo, 2016)
Casas de 1930 en la plaza del pueblo
Los edificios estaban edificados en una parcela de 600 m² y sumaban 825 m² construidos. Según la Dirección General del Catastro, su fecha de construcción fue 1930, aunque es posible que fuera algo antes. En la actualidad, las casas constaban de planta baja y primer piso y estaban dedicadas a la actividad comercial: panadería-repostería, papelería-librería y bar-restaurante. Desde, al menos 2013, se negociaba el abandono de los locales. La plaza del Duque de Pastrana, cuando se construyeron las casas, era plaza de la Constitución y pertenecían al pueblo de Chamartín de la Rosa. Antes hubo otras casas en el mismo lugar, seguramente toscas casas de pueblo que se sustituyeron por éstas, tampoco excelentes, ahora demolidas.
Pueblo de Chamartín de la Rosa. Plaza de la Constitución, c. 1930.
El pueblo de Chamartín de la Rosa
El pueblo de Chamartín de la Rosa en 1848, un siglo antes de convertirse en distrito de Madrid, contaba con treinta casas distribuidas entre la actual plaza del Duque de Pastrana y las actuales calles de Platerias y Dolores Sánchez Carrascosa. También se encontraba la Iglesia de San Miguel, de estilo irreconocible, dadas las innumerables intervenciones que ha sufrido a lo largo de su historia y que cambiaron su fisonomía original. En este periodo el pueblo de Chamartín estaba regido por el Ayuntamiento situado en la plaza cuyo alcalde disfrutaba del cargo durante varios años. Su fisonomía correspondía a la de un caserío rural dedicado más a la agricultura que a la ganadería y escasamente a la industria. Estaba constituido por casas bajas encaladas con cubierta de teja que albergaban a unas trescientas personas. No disponía ni de hospital ni de escuela. Tampoco había alumbrado en las calles ni tenía fuente pública, obteniendo el agua del arroyo próximo de «la alcubilla».
Actual plaza del duque de Pastrana, mediado el siglo XX. En color rojo las casas demolidas. (Nomecalles/CM)
Plaza del duque de Pastrana, en el último tercio del siglo XX. A la derecha las casas demolidas. (Foto: Santos Yubero/ARCM)
Alegato final
A pesar de ser de unas casas de poca entidad, como se ha dicho, la desaparición de estas edificaciones de vieja factura rural, asociadas al primitivo caserío del pueblo de Chamartín de la Rosa, no hacen sino abundar en los efectos nefastos de la imparable maquinaria urbanizadora que destroza los cada vez más escasos elementos que dan cohesión e identidad a los espacios urbanos de nuestra ciudad.
Es evidente que no se puede luchar contra los gigantes aspados. No son reales. Ni real -ni práctica-es la lucha contra el llamado progreso, fantástico e idealizado. Pero tambiém es un hecho fehaciente la despersonalización que esta ansia demoledora de la historia conduce a nuestras ciudades, uniformándolas, dándoles el mismo aspecto anodino. Haciéndolas iguales, estén donde estén. Modernas, pero todas iguales.
Creo que existe una escasa sensibilidad institucional y privada para preservar la memoria y para que no olvidemos las construcciones históricas fundamentales -nuestro pasado urbano o rural-, algo esencial para conservar la identidad del espacio urbano al que pertenecemos y que nos pertenece.
Casas demolidas en la plaza del duque de Pastrana 7. (Foto: Google Maps, 2016)
Casas demolidas en la plaza del duque de Pastrana 7. (Foto: Google Maps, 2016)
Referencias.-
Rodríguez Zapata, Carlos
Rojo Escobar, Enrique F. Chamartín. Álbum de fotos
Ediciones Temporae
Madrid, 2015
Lasso de la Vega Zamora, Miguel Quintas de Recreo (Libro I)
Ayuntamiento de Madrid
Madrid, 2006
Baldeón García de, Alicia
López Marsa, Flora Historia de Chamartín de la Rosa
Ayuntamiento de Madrid
Madrid, 1985
Antiguo Salón Moderno, luego cine López de Hoyos. Cesó en su actividad como cine a finales de los ochenta del XX y pasó a dedicarse durante más de una década a ofrecer banquetes de bodas, comuniones y bautizos. Trás permanecer cerrado algún tiempo, en los primeros años del siglo XXI vio renacer su espíritu de gran nave con una nueva propuesta ligada a las nuevas modas sociales. Holiday Gym se llama ahora.
Antiguo Salón Moderno, luego cine López de Hoyos. Cuando cerró se convirtió en un salón de bodas y banquetes. Hoy es un gimnasio.(Foto: Blog Eloy Peña Rico)
El Salón
El antiguo Salón Moderno, López de Hoyos nº 71, se inauguró en 1924 a partir de un proyecto de 1921 del arquitecto Luis Mosteiro Canas. Contaba con 9 filas de 26 butacas de preferencia y 22 filas de 28 butacas de general, separadas por barandas de fundición, además de 5 palcos. En 1933 el precio de la primera sesión, a las cuatro y media, era de 50 céntimos, y de una peseta las sesiones vespertina y de noche. Además de la función de cinematógrafo, el Salón Moderno también se utilizaba para la celebración de actos públicos de asociaciones vecinales y benéficas, y como sala de baile, especialmente en Carnavales. Como el baile de máscaras que tuvo lugar el 17 de febrero de 1934, con orquesta desde las 10 de la noche hasta la madrugada, al precio de 2 pesetas los caballeros. Las señoras entraban gratis.
Antes del cine: un almacén de maderas
Maderas y carbones Parrondo (c. 1920).
En el solar que ocupa el edificio hubo anteriormente un almacén de maderas y carbones construido seguramente a finales del siglo XIX o inicios del XX, y que debió de surtir de material a las nuevas construcciones de la incipiente barriada de la Prosperidad y de leña y carbón a los vecinos que ya habitaban el suburbio. Casualmente, se encontraba justo en frente de la recién construida residencia religiosa del Sagrado Corazón y de Villa Casilda, primera vivienda de un conjunto de hotelitos que se agruparon creando una singular y elegante manzana, cuyo vestigio es precisamente esta casa, la única que no se ha derribado.
Cine López de Hoyos
En torno a 1953 el cine Moderno desaparece y un año después abre con el nuevo nombre de cine López de Hoyos, con un total de 1291 localidades, funcionando como cine de barrio de sesión continua desde las 5 de la tarde.
«Villa Casilda», en frente al primitivo almacén de maderas, construida entre 1893 y 1894.
En 1987, debido a la grave crisis que afectó a las salas de exhibiciones cinematográficas en toda España, el cine causó baja en el Registro de Empresas Cinematográficas, aunque hacía ya algunos años que había cerrado y el local se encontraba sin actividad.
Cambio de actividad
Hasta 1990, aproximadamente, no volvió a utilizarse el recinto, esta vez como salón de bodas y bautizos por parte del grupo Lady Ana. Se realizarían obras de reforma para adaptar el cine a su nuevo uso, eliminando mobiliario, suelos y tabicados ya inservibles. Se mantuvieron algunos elementos, como la fachada, marquesina y la escalera principal de mármol, protegidos por ley dada la singularidad y el interés del edificio.
Antiguo Salón Moderno, luego cine López de Hoyos. Cesó en su actividad como cine a finales de los ochenta del XX y pasó a dedicarse durante más de una década a ofrecer banquetes de bodas, comuniones y bautizos. Trás permanecer cerrado algún tiempo, en los primeros años del siglo XXI vio renacer su espíritu de gran nave con una nueva propuesta ligada a las nuevas modas sociales. Holiday Gym se llama ahora.(FOTO: Enrique F. Rojo, 2007
En 2001, tras el cierre del salón de bodas, se realizó una nueva reforma para convertir el antiguo cine en un mega-gimnasio de la cadena Holiday Gym, actividad que todavía se sigue realizando.
Como curiosidad, el salón de bodas cerró el local de López de Hoyos 71, aunque mantuvo otro más pequeño en la calle Mantuano nº 4, que también acabaría cerrando. En ambos locales se puede ver grabada en la fachada un gran logotipo de la empresa en elegante y artificiosa tipografía con las letras L y A encerradas en una especie de escudo, lo que a veces causa entre aquellos que desconocen la historia del edificio cierta perplejidad.
Cerillas como recordatorio de una boda en Lady Ana, c. 1993.
Referencias.-
F. Rojo, Enrique La Prosperidad, 1862-2012
Temporae Ed.
Madrid, 2012
VV.AA. Arquitectura de Madrid
Fundación COAM
Madrid, 2003
Continúa la demolición de los Estudios Buñuel. De momento se ha derribado el edificio con fachada mirando a la avenida de Burgos, que alojaba los servicios generales y oficinas.
Continúa la demolición de los Estudios Buñuel. (Foto: Enrique F. Rojo 3/2/2016)
Continúa la demolición de los Estudios Buñuel. De momento se ha derribado el edificio con fachada mirando a la avenida de Burgos, que alojaba los servicios generales y oficinas. También ha comenzado la demolición de los platós L-1 y L-2, ambos de 600 m2. Queda el L-3, de 2.500 m2, que fue hasta el año 2015 el segundo plató de televisión más grande de Europa, donde se grabaron programas como Con las manos en la masa o series como El Quijote, en 1992, Un, dos, tres… responda otra vez, El gran circo de TVE, ¿Qué apostamos?, etcétera.
Continúa la demolición de los Estudios Buñuel. (Foto: Enrique F. Rojo 3/2/2016)Continúa la demolición de los Estudios Buñuel. (Foto: Enrique F. Rojo 3/2/2016)
Grupo de viviendas «Calanda Homes», de la inmobiliaria Pryconsa, de 2018, en la avenida de Burgos nº 5. Salvo el nombre de la promoción, ya no queda nada que recuerde al pasado cinematográfico del lugar.(Foto: Enrique F. Rojo, 2020)
Grupo de viviendas «Calanda Homes», de la inmobiliaria Pryconsa, de 2018, en la avenida de Burgos nº 5.(Foto: Enrique F. Rojo, 2020)
Con el inicio de los trabajos de demolición de los Estudios Buñuel de TVE, desaparece la memoria del último de los estudios cinematograficos históricos de la capital.
Situados en la Avenida de Burgos, en pleno corazón de la antigua villa de Chamartín de la Rosa, entre los colegios del Sagrado Corazón y del Recuerdo, su conjunto de naves y construcciones dedicados al séptimo arte y a la televisión ha sido testigo de los 80 últimos años de notables producciones audiovisuales.
Entrada Estudios de Chamartín.
Con el inicio de los trabajos de demolición de los Estudios Buñuel de TVE, desaparece la memoria del último de los estudios cinematograficos históricos de la capital. Situados en la Avenida de Burgos, en pleno corazón de la antigua villa de Chamartín de la Rosa, entre los colegios del Sagrado Corazón y del Recuerdo, su conjunto de naves y construcciones dedicados al séptimo arte y a la televisión ha sido testigo en los 80 últimos años de notables producciones audiovisuales.
Dibujo del proyecto de los Estudios de Chamartín, 1933.
Estudios cinematográficos Chamartín
Los Estudios Buñuel de TVE tuvieron su origen en los Estudios cinematográficos de Chamartín, un proyecto realizado en 1935 por Rafael Bergamín, uno de los más importantes representantes de la arquitectura racionalista española y responsable de la colonia El Viso. Se inauguraron el 17 de abril de 1941, con 32.000 metros cuadrados, cinco platós y mucho terreno para rodar exteriores.
Estudios Buñuel, 4 de diciembre de 2015 (Foto: Enrique F. Rojo)
Estudios Bronston
En 1959, el productor de origen ruso Samuel Bronston adquirió los estudios por unos 80 millones de pesetas. Ahí se rodaron superproduciones como Rey de Reyes, El Cid, Cincuenta y cinco días en Pekín o La caída del Imperio Romano.
Los Estudios Bronston de Madrid estuvieron cerrados desde 1972 después de su quiebra cuando fueron embargados por el Banco Exterior de España, pendientes de demolición, destinado el espacio que ocupaban a la construcción de viviendas dentro del Plan Chamartín que contemplaba la desindustrialización completa del área y la creación de nuevo suelo urbanizable.
Estudios Buñuel, 4 de diciembre de 2015(Foto: Enrique F. Rojo)
Estudios Buñuel, 4 de diciembre de 2015 (Foto: Enrique F. Rojo)
Nacen los Estudios Buñuel
En 1984 la dirección general de RTVE con José María Calviño Iglesias como director general del Ente Público, Ramón Criado Margaretto como director de TVE, el Ministerio de Cultura a través de Pilar Miró Romero como directora general de Cinematografía y el Banco Exterior de España, propietario del complejo cinematográfico llegaban a un acuerdo de compraventa.
El 12 de Septiembre de 1988, siendo alcalde de Madrid Juan Barranco Gallardo, RTVE inauguraba con el nombre de Estudios Buñuel los nuevos estudios de televisión que fueron calificados como “el mayor plató de televisión de Europa“ .
En los estudios se han grabado programas que forman parte de la historia de la televisión española , como los concursosUn, dos, tres… responda otra vez; El precio justo oQué apostamos; o producciones dramáticas como El Quijote de Manuel Gutiérrez Aragón o la versión de la novela de Arturo BareaLa forja de un rebelde por Mario Camus.
Estudios Buñuel, 13 de diciembre de 2015 (Foto: Enrique F. Rojo)
Enajenación de los Estudios Buñuel
En 2009, siendo alcalde Alberto Ruiz-Gallardón Jiménez, RTVE negociaba la venta de las instalaciones para la construcción de viviendas dentro del plan de restructuración inmobiliaria que había diseñado el entonces presidente de RTVE, Luis Fernández Fernández y que incluía una serie de desinversiones de activos entre los que sen encontraban los Buñuel, así como el «chalé» del Paseo de la Habana, primera sede de Televisión Española.
Esta operación permitiría al Ayuntamiento de Madrid avanzar en el proyecto de vaciado industrial en la zona. A los grandes estudios de décadas anteriores, como Sevilla Films o CEA que ya habían desaparecido, se sumaban los Estudios Buñuel.
Finalmente, en 2014, siendo alcaldesa Ana María Botella Serrano, la Corpración de RTVE durante la presidencia de Leopoldo González-Echeniqueacordó vender los estudios, tasados en 2013 en 70 millones de euros, por 35 millones a la promotora Pryconsa, que levantará en el solar pisos de lujo.
Estudios Buñuel, 4 de diciembre de 2015. (Foto: Enrique F. Rojo)
Estudios Buñuel, 20 de diciembre de 2015. (Foto: Enrique F. Rojo)
Estudios Buñuel, 20 de diciembre de 2015. (Foto: Enrique F. Rojo)
Pryconsa es la inmobiliaria promotora que ha comprado los Estudios Buñuel cuyo solar tiene unos 15.000 metros cuadrados de suelo y cerca de 10.699 metros cuadrados de edificabilidad.
En una primera fase se harán viviendas de entre 3 y 5 dormitorios con unos precios que oscilan desde los 820.000 euros a 1,6 millones de euros. En la segunda fase se construirán pisos de 5 habitaciones en planta.
El proyecto que sin duda supone una gran oportunidad de negocio para la promotora , se ha denominado Calanda Homes, en alusión al pueblo natal del director aragonés, como para conjurar o ahuyentar los malos presagios que pudieran hacer fracasar el plan. Dicen que Luis Buñuel tenía brotes de mal carácter y quién sabe qué podría pasar si se enterase …
Infografía de la promoción Calanda Homes, de Pryconsa. EL MUNDO
Calanda Homes, de Pryconsa. (Foto: Enrique F. Rojo, 2020)