La última casa de Chamartín de la Rosa

Casa derribada del antiguo barrio de Chamartín de la Rosa en la calle Fernández Sivestre. (Foto. Enrique F. Rojo, 2023)
Casa derribada del antiguo barrio de Chamartín de la Rosa en la calle Fernández Silvestre, 4. (Foto. Enrique F. Rojo, 2023)

Chamartín de la Rosa

Es posible que esta construcción derruida sea una de las últimas casas de Chamartín de la Rosa. Chamartín, pequeño caserío, según la descripción de Pascual Madoz, que tuvo su importancia durante la Guerra de la Independencia, tal y como narró Benito Pérez Galdós en uno de los Episodios Nacionales, titulado Napoleón en Chamartín , novelando la llegada a Madrid del emperador francés en 1808. Luego se ha escrito mucho sobre la villa en diversos trabajos publicados.

El origen del nombre del pueblo de Chamartín no está claro, si bien ya aparecía en el siglo XIII. Estaba situado en el norte de la Villa de Madrid, en un vértice del triángulo formado con los pueblos de Hortaleza y Fuencarral, en el camino de Alcobendas. De carácter eminentemente rural, compuesto por propietarios, vasallos y arrendatarios, estaba rodeado por fincas de recreo de la aristocracia palaciega.

Napoleón Bonaparte

Para recordar la presencia de Napoleón Bonaparte en Chamartín , el Ayuntamiento de Madrid colocó en su momento una placa en el muro que rodeaba el Colegio del Recuerdo. La placa hace referencia a la finca del Recuerdo y a su viejo palacio como el lugar donde se alojó el emperador. En realidad ésto no ocurrió así, púes fue en el «palacio nuevo», actual colegio del Sagrado Corazón, reconstruido tras un incendio, donde se dieron los hechos y en cuya propiedad también se hallaba el legendario vetusto pino de Napoleón.

La última casa del barrio antiguo de Chamartín de la Rosa, en el lugar donde se encontraba dentro del caserío. La mayor parte de las casas se fueron derribando en la década de los sesenta del siglo XX, junto con el desmantelamiento del cementerio, para la construcción de la nueva estación ferroviaria de Chamartín.
La última casa del barrio antiguo de Chamartín de la Rosa, en el lugar donde se encontraba dentro del caserío en 1966. La mayor parte de las casas se fueron derribando a partir de la década de los sesenta del siglo XX, junto con el desmantelamiento del cementerio, para la construcción de la nueva estación ferroviaria de Chamartín.

La antigua villa

La casa derribada es un reducto del pasado más reciente de la histórica villa. Obra realizada seguramente a finales del siglo XIX o principios del XX, habitada por gentes que construían de noche y consolidaban al amanecer. Estas casas se sumaron, desde la periferia del barrio que crecía, a las más antiguas de Chamartín, a imagen y semejanza de las que surgían en Tetuán de las Victorias desde que O’Donell en 1860 estableció sus tropas en la Dehesa de Amaniel, en los límites de Chamartín de la Rosa.
Ahí quedaban las casas y sus moradores, que con el tiempo se hicieron barrio dentro del barrio y formaron varios núcleos de entre cincuenta y cien construcciones de alturas diversas y tipología similar, cuyos últimos ejemplos van desapareciendo abatidas sin que nadie se de cuenta.

La casa derribada

Esta casa estaba en una de las esquinas del muro que delimitaba el viejo cementerio de Chamartín de la Rosa. Aguantó, junto con cuatro o cinco más, el desmantelamiento del camposanto, en 1965, la construcción de la nueva estación de Chamartín y el desarrollo de los nuevos viales a su alrededor, abriendose nuevas calles y levantando nuevos edificios de estilo internacional.

Antiguo barrio de Chamartín de la Rosa. Área del cementerio.
Antiguo barrio de Chamartín de la Rosa. Área del cementerio. A la derecha las vías y andenes de la estación ferroviaria de Chamartín.

La construcción derruida, de las últimas que quedaban del viejo barrio de Chamartín de la Rosa anterior a su incorporación a Madrid como distrito, en 1948, era una casa de trazado elemental, con elementos constructivos básicos: vigas y pilares de madera aguantando la estructura, fachadas de ladrillo recocho, cubierta de madera y teja. La distribución del interior, las ventanas pequeñas y el reboco de las paredes, encaladas en un intenso blanco, muestran su carácter popular adaptado a las condiciones del clima. Las fachadas podían mirar a los cuatro puntos cardinales. En medio de las fachadas traseras de las viviendas quedaban espacios comunes a modo de patio donde podía haber lugar para situar el corral.

Estas construcciones modestas -pobres- y, seguramente, mal hechas, se repartieron por algunas calles actuales como La Malva, Tulipán, Alalerno, Alfambra o Fernández Silvestre, y también ocuparon calles que ya no existen. Todas, muy cerca de la actual calle de Mauricio Legendre, la calle más representativa.

Casa derribada del antiguo barrio de Chamartín de la Rosa en la calle Fernández Sivestre. (Foto. Enrique F. Rojo, 2023)
Casa derribada del antiguo barrio de Chamartín de la Rosa en la calle Fernández Silvestre, 4 . (Foto. Enrique F. Rojo, 2023)

La casa de la foto es una más de las últimas casas del barrio viejo de Chamartín de la Rosa, en la calle Fernández Silvestre, antes de que se convirtiera en 1948 en distrito de Madrid, perdiendo su estatuto de Villa. En 1955, el caserío que se extendía al suroeste de Chamartín, desde el camino de Francia, se convertiría en el nuevo distrito de Tetuán, desligándose de su primitivo municipio.

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Interior patio entre viviendas , en la calle Fernández Silvestre, 4. (Foto: Enrique F. Rojo, 2023)

Las casas tenían patio interior y su factura, como se ve en la foto de esta última casa del barrio viejo de Chamartín de la Rosa, en la calle Fernández Silvestre, era muy elemental, hecha con materiales baratos, suelos de baldosa hidráulica y con las trazas rurales afines a los vecinos que la habitaban.
La renovación del barrio a lo largo del siglo XX supuso la desaparición de casi todas las construcciones que definieron este sector nororiental más deprimido. Después del avance demoledor de las máquinas que fueron arrasando las viejas casas expropiadas, casi todas abandonadas, algunas reocupadas, durante la última década del siglo XX, el barrio quedó congelado. Durante la segunda década del siglo XXI todavía quedaban algunas propiedades sin derribar. Poco a poco se van abatiendo y la fisonomía del barrio se va modificando hasta hacer desaparecer su aspecto primitivo, olvidándose por completo aquel barrio que ya pocos recuerdan .
Las actuales reformas del entorno de la estación de Chamartín y los grandes proyectos del ensanche norte son el motor que ha movido la demolición de estás últimas casas de Chamartín.
Sirvan estas imágenes como testimonio del pasado del viejo barrio y también del presente del nuevo Madrid y del de sus nuevos habitantes.

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Restos del suelo de  baldosa hidráulica de la vivienda de Fernández Silvestre nº 4. (Foto: Enrique F. Rojo, 2023)
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Restos del suelo de baldosa hidráulica de la vivienda de Fernández Silvestre nº 4. (Foto: Enrique F. Rojo, 2023)

Bibliografía.-

Quintas de Recreo (Libro I)
Lasso de la Vega Zamora, Miguel
Ayuntamiento de Madrid
Madrid, 2006

Historia de Chamartín de la Rosa
de Baldeón García, Alicia
López Marsa, Flora
Ayuntamiento de Madrid
Madrid, 1985

Chamartín. Album de fotos
Rojo Escobar, Enrique F.
Rodríguez Zapata, Carlos
Temporae Ediciones
Madrid, 2015

Cementerio de Chamartín de la Rosa

Antigua finca «Hortalaya» (Madrid)

La finca «Hortalaya», situada en  el paseo de la Habana nº 147  de Madrid, con una superficie de cerca de 3 ha, proyectada en 1930 en un entorno semirrural, se mantuvo íntegra  a lo largo de 90 años. Hasta 2020 la arquitectura del proyecto se conservó con leves reformas. El jardín sobrevivió el paso del tiempo mientras los árboles seguían creciendo en silencio en un entorno cada vez más poblado. Un nuevo complejo de viviendas cierra el último capítulo de la historia de este singular espacio, ahora integrado en el área central de la ciudad.

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Finca La Hortalaya (Foto: Google Maps, 2008)

Finca «Hortalaya»

Ya en el siglo XXI quisieron los dueños de la vieja finca «Hortalaya», situada en  el paseo de la Habana nº 147  de Madrid, vender y su deseo fraguó en una promoción que ha eliminado casi cualquier referencia de la antigua Hortalaya, en favor de un atractivo señuelo para nuevos capitales. En una zona que ya nació el pasado siglo XX con ínfulas elitistas y que en este cuarto de siglo XXI sigue viviendo en ellas, el nuevo grupo de viviendas  solamente ha mantenido algunos añosos árboles, que han quedado integrados en el complejo residencial, último rastro de la primitiva propiedad.

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Planta la finca La Hortalaya, según el proyecto de 1930. Se describen la casa principal, casa del guarda, huerto, estanque y áreas recreativas.

Arquitecto: Casto Fernández-Shaw

La finca «Hortalaya», de cerca de 3 ha de superficie, encargada por los Sres. de Oñate al arquitecto Casto Fernández-Shaw en 1930, se proyectó como un jardín con huerto: «Con acceso desde todas las calles que lo permitiesen». Con una casa principal que estaba en el centro de la calle de la parcela y en el mismo eje que la puerta de acceso de la carretera del Hipódromo a Chamartín de la Rosa, que era la vía principal, el actual paseo de la Habana.

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Cercado de la finca Hortalaya, (1930).
Planta de la casa principal de la finca La Hortalaya, según el proyecto de 1930.
Planta de la casa principal de la finca La Hortalaya, según el proyecto de 1930.

La casa principal

El hotel o casa principal se proyectó en dos plantas y sótano. Atravesando un pórtico, orientado al este (sitio el más protegido de los vientos en Chamartín), se accedía a la planta baja desde un hall, de donde arrancaba la escalera que conducía a la primera planta. A la izquierda, y orientados al mediodía, estaban las piezas de estar, despacho y cuarto de jugar; al norte estaban situados el comedor, cocina y servicios anejos. Un lavadero, un cuarto de plancha y cuartos de aseo completaban esta planta.

Proyecto hotel Hortalaya-planta baja_1930

Proyecto hotel Hortalaya-planta primera_1930

La planta primera estaba destinada al dormitorio de los señores, con capacidad suficiente para la estancia de quince personas con todas las comodidades imaginables o inimaginables en la época, según quien fuera.
El estilo adoptado en todas las construcciones de la finca, fue el de los «cottages» ingleses, y los materiales fueron el ladrillo cerámico al descubierto en las fachadas, cubierta de pizarra, estructura de hierro, carpintería de pino melis, e instalaciones completas de saneamiento, luz eléctrica, calefacción por agua caliente, etc. El presupuesto de esta casa se calculó en 130.000 pesetas.

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La Hortalaya, antigua casa principal u hotelito. (Foto: Google maps, 2019)

La casa del guarda

La casa del guarda estaba instalada en una esquina de la finca, como punto estratégico para la vigilancia. El palomar, el gallinero, el lavadero, la pérgola, la fuente, etc., así como la cerca, estaban hechas con materiales de primera calidad: piedra, ladrillo y cemento.

Casa del guarda de la Hortalaya. (foto: Archivo Moreno-1930)
Casa del guarda de la Hortalaya. (Foto: Archivo Moreno-1930)

Proyectada en un principio tan sólo para casa del guarda y garage, se dedicó una habitación de la planta baja para servir a los propietarios, mientras se hacía la casa principal. Queriendo estos, no obstante, pasar temporadas en la finca antes de que se finalizase la construcción de la casa principal, se habilitó la casa del guarda para ello, llegando a dormir en ella un matrimonio, siete hijos, un ama y los guardas. Las dimensiones del edificio lo permitían. En el dormitorio de la planta baja había literas. En el comedor se instaló una cama turca para el hijo mayor. En la planta primera estaban las camas restantes. En el «hall» había una chimenea de leña. El garage tenía un pozo para lavar el coche.

La casa del guarda fue al principio un chalet de fin de semana para los amos.

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Proyecto casa principal de la casa del guarda en «La Hortalaya». Planta baja, 1930.
Proyecto casa principal de la casa del guarda en "La Hortalaya". Planta primera, 1930.
Proyecto casa principal de la casa del guarda en «La Hortalaya». Planta primera, 1930.

El jardín y el huerto

Dos paseos de cinco metros de ancho hacían de camino a los vehículos y a las personas en el interior de la finca. En ese orden, para el concepto de modernidad de la época. Había también una pista de «lawn-tennis», es decir, de tenis en hierba, de dimensiones reglamentarias, situado al mediodía de la casa, asegurando así el sol para la finca, que no tendría la sombra de árbol alguno. Próximo estaba el estanque-piscina, pues sirvía del mismo modo para el riego del huerto y para tomar un baño en verano.

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Fuente ornamental en el centro del jardín de la Hortalaya. (1930)

El agua para abastecer la finca estaba asegurado por una toma o «traida» del canal de Santillana y por la que producía un pozo de gran profundidad excavado en la propiedad. De este modo, los árboles frutales y otros ornamentales prometían llegar pronto a plena madurez sin tener que padecer por las sequías del estío .

La nueva Hortalaya

Se trata de un conjunto de edificios de nueva construcción, proyectados por el arquitecto Alberto Martín de Lucio, para el grupo Ibosa , en el solar más codiciado de Chamartín, en pleno barrio de Nueva España, con viviendas exclusivas de 3 y 4 dormitorios, plantas bajas con jardín y áticos, aparcamiento privado y trasteros. La promoción de viviendas, al estilo de las viviendas «playeras» de lujo, se define por sus promotores como un oasis dentro de Madrid.  Según muestra la página de la promoción, los cuartos principales cuentan con grandes ventanales, balcones amplios y vistas a las zonas comunes , al jardín privado y a la piscina y sin medianeras con otros edificios, gran defecto de las propiedades comunes eliminado en esta construcción .
Por lo demás, las zonas comunes interiores de la comunidad cuentan con más de 4.500 m2, con piscina, gimnasio y zonas ajardinadas que incluyen algunos de los árboles originarios de la finca que se ha intentado conservar, la mayoría coníferas .

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Labores de explanación de la antigua finca Hortalaya. (Foto: Enrique F. Rojo,2020)
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Promoción paseo de la Habana 147. (Foto: Enrique F. Rojo,2022)

Referencias.-

Un nombre, un teléfono y una web: los pisos de lujo tras el último gran solar de Madrid. Paseo de la Habana, 147.  (Cotizalia.  El Confidencial.)

Así es Paseo de la Habana 147: pisos de hasta cuatro millones de euros con jardín y piscina en el centro de Madrid. (El economista. es, 16/11/20)

Venta de Hortalaya. Observatorio del patrimonio. (Madrid Ciudadanía y Patrimonio.)

Televisión Española, 1955

Antigua Delegación Territorial de RTVE en el paseo de la Habana de Madrid. (Foto: Google, 2008)

En 1955, después de varios años de prueba, Televisión Española (TVE), iniciaba sus emisiones desde un «hotelito» situado en el número 75 del paseo de la Habana. En 2017, la antigua sede era un montón de escombros, dando paso a la edificación de un bloque de viviendas de lujo, en una de las zonas más caras de Madrid, ocultando para siempre el origen de la televisión enEspaña.

Olvido de la antigua sede

La inauguración en 1964 de los estudios de TVE en Prado del Rey hizo que las instalaciones originarias perdieran importancia, relegándolas a usos marginales. El edificio de la primera sede de la actual RTVE fue adquirido en 2015 , en subasta pública por 10,8 millones de euros por la promotora Martell Investments, propiedad de la familia asturiana Masaveu. (ABC, 03/09/2017)

Antigua sede de TVE en los años 50. (Foto: Santos Yubero, ARCM)

Después de algo más de medio siglo del inicio de su actividad, la piqueta demolía cualquier vestigio del origen de la televisión en España. Ocurrió en 2017, durante el verano, cuando los derribos son más abundantes.

Solar, después de la demolición del edificio. (Foto: E. Fidel Rojo, 2017)

Apartamentos de lujo

El proyecto de nueva edificación corrió a cargo del estudio Bueso-Inchausti & Rein Arquitectos, que contempló la construcción de alrededor de una decena de apartamentos de lujo, de más de 200 metros cuadrados cada uno, sobre una superficie edificable de cerca de 2.300 metros cuadrados. El precio de venta superó los 7.000 euros el metro cuadrado. Para poder llevar a cabo la construcción de los pisos, el Ayuntamiento de Madrid reclasificó el suelo, en origen de uso dotacional, como suelo urbano de carácter residencial.

Un año antes, en noviembre, RTVE también se había deshecho de los Estudios Buñuel (antiguos Estudios Bronston) por 35,27 millones de euros, la mitad de lo tasado, que vendió a la inmobiliaria Pryconsa, para construir viviendas de lujo, previa reclasificación del suelo. (Madrid Diario, miércoles 30 de agosto de 2017)

Infografía de la promoción Habana 75.

Referencias.-

Rojo Escobar, Enrique F.-Rodríguez Zapata, Carlos
Chamartín. Album de fotos.
Temporae Ed.
Madrid, 2015

Santos Moya, Aitor
Derriban la histórica sede de TVE en el Paseo de la Habana para construir viviendas de lujo
ABC, 03/09/2017

Televisión Española y la eliminación de sus edificios históricos
Urban Idade

Viaje por el Madrid de la guerra civil (Celia en la revolución)

Celia en la revolución copia

En 1936, en Segovia, un abuelo arroja el periódico de mala manera al suelo. Balbucea no se sabe qué delante de sus nietas que asisten a la escena  asustadas. Las niñas inquietas preguntan qué pasa. El abuelo, casi sin aliento, responde: «¡Se ha sublevado la guarnición de África!».

En estos términos tan dramáticos arranca la novela Celia en la revolución, de Elena Fortún, una de las grandes novelas  de la guerra civil española, en palabras de Andrés Trapiello.

Esta «es la novela que hubiera querido escribir Pío Baroja y no pudo: le faltó conocimiento de primera mano para hacerlo; y la que habría querido escribir Max Aub y no supo, al estar preso él, como tantos otros, de prejuicios  y razones históricas…». Así define Trapiello la novela de Fortún en la introducción que hace en la edición de Celia en la revolución de Renacimiento.

Félix de Azua se refirió al libro como un documento sobre la guerra civil  conmovedor «porque asistimos al horror desde los ojos de una niña y sabemos que todo lo que cuenta es verdad».

Este libro es , con una narración sencilla y directa, poética y desgarradora  la novela, escrita recién acabada la guerra,  un relato autobiográfico de Elena Fortún.

Viaje con Celia por el Madrid de la guerra civil.

A partir de este libro que editó en 2016  la editorial Renacimento, encargada de hacer valer el legado de Elena Fortún, con el brillo presente de Marisol Dorao, y en el que su autora cuenta la verdad de la guerra, aparece la investigación de otra autora que busca la verdad.

María Jesús Fraga, que recuerda cuando era pequeña y su madre le leía las aventuras de Celia, el personaje de las novelas de Fortún, ha trabajado durante años para llegar a la realización de un mapa que sigue el itinerario de la protagonista de esta postrera novela.

Mapa digital

El mapa digital a partir de Celia en la revolución recupera un Madrid en guerra visto desde los ojos de la Celia adolescente.
Con la Cartografía digital del Madrid iniciamos un viaje al Madrid de los años 30 que describe la novela Celia en la revolución. El proyecto aúna la historia de la ciudad, las vivencias de la joven protagonista y las de la propia Elena Fortún, de la que la biblioteca de la Comunidad de Madrid conserva una inestimable colección personal, en su mayor parte digitalizada y accesible en la Biblioteca Digital de Madrid.

La cartografía Celia en la revolución realizada por María Jesús Fraga propone, a través de la obra de Elena Fortún, transformar el texto de Celia en la revolución en un mapa interactivo, reubicando los lugares que aparecen en la novela.

Plano Celia 1936

Referencias.-

Revisitamos Celia en la revolución: cartografía digital de Madrid (1936-1939) en la novela de Elena Fortún
El portal del lector. Bibliotecas de la Comunidad de Madrid

Morales, Clara
Elena Fortún en la revolución
Infolibre, 25/09/2020

Mascarell, Purificació
La urbe moderna en la narrativa de Elena Fortún:
espacio y significado
Anales de Literatura Española. Núm. 35, 2021, pp. 141-157

Fortún, Elena
Celia en la revolución
Editorial Renacimiento
Sevilla, 2016

Colegio «Ateneo Politécnico» de Madrid (1927-1977)

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«Ateneo Politécnico», colegio de barrio

El «Ateneo Politécnico» era un colegio de barrio. Estaba en el barrio madrileño de la Prosperidad. Se fundó en 1927 y su responsable fue Juan Marciano Barbero Matos, profesor de Geografía e Historia de Enseñanza Media de Instituto Nacional. El Ateneo  ocupaba la manzana de las calles Suero de Quiñones,  Luis Vives, Vinaroz y  Pechuán.

Pasado medio siglo el proyecto de su escuela se convirtió en quimera y la ilusión quedó enterrada. En 1977, su desalojo y derribo supuso el final de un símbolo para la Prosperidad. Su nombre todavía resuena en el barrio.

El colegio, que abrió en 1927 en un bajo de la actual plaza del Sagrado Corazón (entonces Plaza Moret),  se instaló en 1931 en una antigua finca de finales del siglo XIX  «Villa Elena», que perteneció a los Duques de Sevilla, con amplio terreno y un hotelito de ladrillo y estilo neomudéjar situado en un extremo, de dos alturas, semisótano, mirador, numerosos balcones y una buhardilla en el remate de las cubiertas. También había añadidas algunas construcciones  auxiliares y posteriormente, en la década de los sesenta, se construyó un módulo nuevo en forma de ele y tres alturas cuyo diseño era estrictamente escolar con entrada por la calle de Vinaroz 11.

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Fachada posterior de «Villa Elena» , hotel en que se estableció el Colegio Ateneo Politécnico en 1931. Había Sección masculina, con entrada por Suero de Quiñones, 14 ; y Sección femenina, con entrada por Suero de Quiñones, 8. A la derecha, la «casa grande» de la plaza Moret, actual plaza del Sagrado Corazón de Jesús. (Foto cedida por J.M. Beneyto, c. 1976)

Juan Marciano Barbero Matos, el fundador

Juan Marciano Barbero Matos  nacido en Medina del Campo en el año 1897 era licenciado en Filosofía y Letras y fue profesor de Geografía e Historia de instituto, puesto del que solicitó excedencia. Fue excedente voluntario desde 1946 hasta, al menos, 1956.

Hasta 1927 trabajó de Oficial de Correos en Valladolid, fecha en la que abrió el colegio del barrio de la Prosperidad. Con el tiempo también fue profesor del Colegio de Huérfanos de Correos y catedrático de Geografía e Historia del Instituto Lope de Vega de Madrid. En ese mismo 1927 ingresó en la Sociedad Geográfica Nacional.

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Situación del Colegio Ateneo Politécnico montado sobre una imagen aérea actual. (Mapa, Google Maps, 2020)

Su caracter aperturista, favorable a la innovación o a la transigencia ideológica, política, religiosa, tal como define el diccionario de la RAE al aperturismo, motivó que después de la sublevación militar de 1936 fuera sancionado por el nuevo gobierno, impidiéndole impartir su magisterio en ningún centro público. Tal separación se hacía cuando las autoridades recelaban de la posible influencia ideológica que el maestro pudiera ejercer sobre los alumnos o bien a causa de su metodología educativa. La inhabilitación podia ser parcial, temporal o total. Para el profesor Juan Marciano Barbero Matos la sanción, según se desprende de su trayectoria, parece que fue temporal, a pesar de haberse significado a favor de las clases populares. Es probable que por causa de esta separación obligada J. Marciano Barbero se dedicara con especial empeño a su escuela.

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Ateneo Politécnico, en 1976. (Foto cedida por J.M. Beneyto)

En una nota publicada en agosto de 1936, ya iniciada la guerra civil, J. Marciano Barbero Matos dirigía una carta al director general de Primera Enseñanza, en la que le decía que tras la sorpresa de la sedición militar ofrecía el colegio para instalar en él una guardería infantil para hijos de milicianos, de la que él se haría cargo para que pudieran desde ese momento inscribirse los niños hijos de milicianos de uno y otro sexo. ( Ver El Liberal, 6 de agosto de 1936. Pág. 14)

Cancha del Estudiantes

El Colegio «Ateneo Politécnico» contaba a finales de los años 40 con dos canchas de baloncesto con dimensiones profesionales reglamentarias. En el periodo de 1948-49 el colegio prestó sus instalaciones  a un equipo de  Segunda Regional de Madrid de la Federación Castellana para que entrenase y jugara sus partidos locales. El equipo, procedente del Instituto «Ramiro de Maeztu«, a falta de un campo reglamentario para jugar la liga se inscribió con el nombre de «Estudiantes» y allí jugó su primera temporada con ese nombre. (VER  Segunda Regional de Madrid. 4º.)

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Alumnos en el patio del Ateneo Politécnico en 1967. (Foto cedida por Francisco Montesinos)

«Ateneo Politécnico», centro cultural

A partir de 1970 el colegio ya no tenía una actividad regular y cerró en septiembre de 1974, reconvirtiéndose en un centro cultural, dirigido por uno de los hijos de Marciano, Alejandro Barbero, de 54 años, que acogía las actividades programadas por la Asociación cultural «Centro Cultural Nuevo Ateneo» creada exprofeso ante la ausencia de oferta cultural en la Prosperidad.

En el local había una guardería a cargo de tres psicólogas y una puericultora. Además de la biblioteca y de la hemeroteca, también se crearon la galería de arte «El Saco», dos laboratorios de fotografía y un estudio de pintura, así como la adaptación de las canchas de baloncesto existentes para el desarrollo de otras actividades deportivas.  En el colegio también ensayaban grupos de teatro y bandas de música. Además, se crearon un centro de minusválidos y otro de ancianos, inexistentes hasta el momento en el barrio.

Acta fundacional Nuevo Ateneo
Acta Fundacional del «Centro Cultural Nuevo Ateneo», cuyas actividades se realizaron en el colegio Ateneo Politécnico hasta su desalojo en 1977. (Documento cedido por J.M. Beneyto)
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«4º Encuentro Internacional de Teatro de Grupos», organizado por los grupos que ensayaban en el Ateneo, en la plaza de la Prosperidad (Foto cedida por J.M. Beneyto, c. 1976)

En 1976 moría Marciano Barbero a los 79 años de edad. En ese momento, el centro ya pertenecía a los herederos, a los hijos del matrimonio fundador Marciano  y su mujer Laura Rodríguez, también maestra, profesora del Ateneo e impulsora del proyecto.

A pesar de que el colegio había sido declarado de interés social en 1957, lo que obligaba a seguir impartiendo enseñanza durante treinta años, al menos hasta 1988, en 1975 los hijos de los dueños acordaron su venta y posterior derribo. Todos menos uno: Alejandro Barbero.

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Plaza de la Prosperidad. Entrevista a los vecinos con motivo de las manifestaciones contra el derribo del Ateneo. (Foto cedida por J.M. Beneyto, c. 1976)

Venta del «Ateneo Politécnico»

Alejandro Barbero,  había emprendido acciones legales ante los tribunales contra la postura de sus hermanos de vender y demoler el colegio sin su consentimiento y falsificando su firma. En un intento de acercar posturas, planteó en última instancia retirar las denuncias, a cambio de que  la inmobiliaria Fedeloz que se hizo con la propiedad se comprometiera a construir sobre el solar raso un complejo cultural para el barrio de la Prosperidad y, a su vez, que el Ayuntamiento se ofreciera a comprar el complejo nuevo que pedía.

Sin embargo el  proceso de derribo del Ateneo Politécnico  fue avalado por los tribunales que decidieron la procedencia de la demolición. (El País, 4 de marzo de 1977)

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Recogida de firmas contra el derribo del Ateneo Politécnico en la plaza de la Prosperidad. (Foto cedida por J.M. Beneyto, c. 1976)

Protestas populares

A lo largo de 1976 la Asociación de Vecinos de Chamartín se manifestó en  la plaza de la Prosperidad (plaza del mercado) reclamando la continuidad del Ateneo Politécnico. Consideraban que era la única oferta cultural del barrio y que ante la falta de alternativas no era légitimo privar a los vecinos del único espacio que cumplía esas funciones. Las protestas fueron continuas y se completaron con la recogida de firmas y un encierro en el colegio, al que siguió una huelga de hambre contra la especulacón y el derribo del Ateneo.
La prensa se hizo eco del problema y tituló :»VECINOS DE CHAMARTIN, CONTRA LA DEMOLICIÓN DEL POLITÉCNICO» (ABC. Viernes 18 DE Noviembre de 1976. Pag. 29.)

Pintada
Pintada en una tapia de la Prosperidad contra el derribo del Ateneo. «El Ateneo nunca morirá. ¡Jamás! Viva el Ateneo». (Foto cedida por J.M. Beneyto, c. 1976)

Desalojo y derribo

El 13 de  noviembre de 1976  Alejandro Barbero se enfrentó a las las excavadoras para evitar que destruyeran una parte de los archivos, ficheros y material docente acumulados en el centro desde 1927. Operarios de la empresa encargada de la demolción, derribos Aurelio Prudencio,  ayudaron a Barbero a rescatar la cuarta parte de los 20.000 kilos de material didáctico que permanecía en el sótano del  Ateneo Politécnico. Láminas, mapas, cuadros sinópticos y genealógicos, fueron recogidos y depositados en el jardín del colegio mientras las obras de demolición quedaban interrumpidas.

El desalojo fue violento. A las 4.30 del 15 de enero de 1977, trece coches de la Policía Armada y algunos más de la Policía Municipal desplegaron a sus números que actuaron contundentemente contra los más de quinientos vecinos que se manifestaban para impedir el desalojo del colegio.

Mientras tanto, otros efectivos accedieron al local y desalojaron a las 150 personas que permanecian en el interior en huelga de hambre. El director Alejandro Barbero fue detenido y acusado de insultar a la autoridad y de incitar a la violencia. (Diario 16, 17 de enero de 1977)

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Plaza del Colegio Ateneo politécnico, situada en la confluencia de las calles García Luna con Vinaroz, a escasos metros de donde estuvo el colegio. (Foto: Enrique F. Rojo, 2019 )
Plaza Ateneo Politécnico
Plaza del Ateneo Politécnico. Monolito en recuerdo del fundador del colegio, J. Marciano Barbero Matos. La plaza se encuentra en una manzana próxima al emplazamiento original del colegio. (Foto: Enrique F. Rojo, 2010)

Referencias.-

J. Marciano Barbero Matos
Análisis Gramatical. Biblioteca del Ateneo Politécnico. Madrid, 1931.

J. Marciano Barbero Matos
Gramatica española Síntesis.  Madrid, 1939

El director del Ateneo Politécnico salvó su archivo de la demolición (El País, 4 mar 1977)

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Temporae Ediciones

Madrid, 2012