Entre los días 16 y el 20 de Julio de este año se va a celebrar la pimera edición del Festival Internacional de Cine y Arquitectura de Avilés que se llevará a cabo en el Centro Niemeyer.
En el certamen, cuya organización corre a cargo de la productora Dímelo a Mí, se proyectarán películas de ficción y documentales centradas en cuestiones urbanas y arquitectura.
Ojoconico.org se encarga de la programación de la sección de Arquitecturas Filmadas que se exhibirán desde el miércoles 17 hasta el sábado 20 a las 19.30 en el cine del Centro Niemeyer. Las proyecciones irán precedidas de una conferencia y después habrá un debate sobre las cuestiones presentadas por el documental. Para ello, se pretende contar con la presencia varios de los realizadores de los documentales. El acceso a las películas de esta sección será abierto y gratuito. Además de todas las proyecciones, durante los días del festival también habrá actuaciones y conciertos (ver programación).
Acaba de salir a la calle la segunda edición de La Prosperidad 1862-2012.
El libro ha tenido una acogida extraordinaria y ha agotado las existencias de la primera edición en el almacén de Temporae-La Librería en algo menos de dos meses, lo cual me satisface enormemente como autor del mismo
Acaba de salir a la calle la segunda edición de La Prosperidad 1862-2012. El libro ha tenido una acogida extraordinaria y ha agotado las existencias de la primera edición en el almacén de Temporae-La Librería en algo menos de dos meses, lo cual me satisface enormemente como autor del mismo. Espero que esta segunda edición siga los mismos derroteros. A pesar de que la campaña de promoción no fue muy intensa, si han sido numerosos los medios ( El País, en una bonita columna de Rafael Fraguas, la revista PLACET, en un artículo de Alfonso Espinosa, la Gaceta Local, en su edición de Madrid Norte, la publicación histórica Madrid Histórico, el semanario gratuito Gente-Norte, un elegante reportaje en Tele Madrid, etc.) que se han hecho eco de la publicación del libro. Incluso hubo algunos a los que no pude atender por problemas de incompatibilidad de fechas y horarios, muy a mi pesar. Mi agradecimiento a todos ellos por su interés. Desde aquí quiero dar las gracias a todos aquellos que se han fijado en el libro. Quienes lo han comprado; aquellos que acudieron a las presentaciones y se acercaron a conocerme y a darme sus opiniones y consejos; aquellos que quisieron que les dedicase el libro y me felicitaron. Hubo quien dijo que le emocionó su lectura, por las evocaciones que le sugirió. Hubo quien echó en falta más cosas y más casas, y mi respuesta fue: «Manda el espacio, manda la editorial y no cabe todo». Y es verdad. También manda el tiempo, que casi siempre es escaso.
Gente Digital. Mención al libro «La Prosperidad 1862-2012″ (Ed. Temporae, 2012)
También he de agradecer a los distribuidores por su labor, algunos soberanamente implicados por ser un libro de su barrio. Han sido muchos los vecinos de la Prosperidad que con su publicación se han reencontrado con su barrio, lo cual rinde al autor la emoción de haber ejercido de artífice en la recuperación de su memoria en quienes, siendo parte de su historia, habían perdido el hilo conductor que a él les unía. Como hacer capítulo de aquellos a los que debo agradecimiento por La Prosperidad 1862-2012 sería repetir lo que ya figura en el apartado de «agradecimientos» del libro, prefiero reproducirlo textualmente:
«Han sido muchas las personas que han ayudado a que este trabajo saliera adelante. Desde el anonimato y con el interés de que el proyecto fructificase se sumaron a lo largo de 2012 vecinos de la Prosperidad y algún amigo amante de la historia de Madrid que aportó su valioso consejo y diverso material gráfico. No sería justo dejar de citar algunos nombres: Miguel Rodríguez, Ricardo Márquez, Carlos Moreno García, Benito Aguero, Enós Pastrana, Isabel Blas, Isabel Gea, Julia Alonso, Liliane Salvetat, María Jesús Martínez, Paco Montesinos, Rafael Blasco. Para todos ellos mi agradecimiento. Gracias también a la gerencia de Ballesol Principe de Vergara, a María Jesús de Temporae, y a Elvira Navarro, escritora y también bloguera, por su generosidad y por tan excelente prefacio. Gracias también a aquellos que mostraron su disposición hacia el libro y que, por falta de espacio, no han visto su participación reflejada en el. Si he dejado de nombrar a alguien, le ruego me perdone tan inexcusable olvido».
Imagen del reportaje de Luis Azanza / José Dávila en el espacio Madrid Oculto del Diario de la Noche de Tele Madrid, el 4 de octubre de 2012.
Como resumen del libro, mejor que una disección pacata e insignificante encaminada a no desvelar su contenido, bien puede valer una somera entrevista que me hizo Enrique Villalba el 20 de septiembre de 2012, mucho más fructífera y reveladora, en Madrid Diario. Aunque Enrique también me hizo algunas fotos en el lugar donde tuvo lugar la entrevista, en la Plaza de la Prosperidad, no las publico aquí por la poca justicia que me hacen. A continuación, la entrevista tal y como se publicó en Madrid Diario:
Enrique F. Rojo (Madrid, 1964) es técnico de televisión, bloguero y escritor. Su primer libro, editado por Temporae, es ‘La Prosperidad. 1862-2012‘, un recorrido en imágenes de este barrio de Chamartín, que cumple 150 años.
¿Porqué escribió este libro? Es mi barrio. Me he criado aquí y he visto su evolución constante y paulatina. Uno va perdiendo la memoria de cómo han sido las cosas. No eres consciente de los cambios hasta que recapacitas y te das cuenta de cómo ha cambiado la fisonomía del sitio donde has vivido.
Prosperidad hace no mucho era casi todo campo. Fue una de las primeras periferias de Madrid. Cuando la ciudad comenzaba a agrandarse con el ensanche de Castro, en 1862 comienza a gestarse el germen del barrio. Es cuando comienzan a venderse las primeras parcelas y a construirse las primeras casas bajas.
¿Cómo fue creciendo el barrio? Cuando el barrio se crea, surge en torno al camino de Hortaleza -actual López de Hoyos-. El barrio se gestó sin ningún tipo de ordenación. Era todo lo contrario a los barrios planificados del ensanche de entonces. Los inmigrantes se fueron estableciendo en función de las parcelas que adquirían, construyendo de forma anárquica y sobre suelo rural. Se puede comprobar en un trazado urbano de calles estrechas y casas bajas. Era un pueblo. Algunas calles eran apenas caminos que hacían las veces de ramal de la vía principal, como la calle Canillas, que llevaba al pueblo del mismo nombre. La plaza de Prosperidad era un descampado que quedó libre y que no se ocupó, hasta que quedó como plaza. Era el lugar que servía de mercado al aire libre hasta que a mediados de los 50 se construyó el mercado municipal de Prosperidad. En 1973 se amplía la línea 4 de Metro y el barrio adquiere otra dinámica.
Gente Digital. Reportaje del libro «La Prosperidad 1862-2012″ (Ed. Temporae, 2012)
Abundaban los tejares… Por el barrio pasaba un desagüe, con acueducto incluido, del arroyo Abroñigal que se conocía como el ‘canalillo’. Aprovechando el agua, se establecieron muchos tejares que daban servicio a la construcción del barrio y a las casas del ensanche.
¿Quién vivía en Prosperidad en esa época? Casi todos eran peones de la construcción, trabajadores no especializados y gente de servicio que iban a trabajar al barrio de Salamanca y el ensanche. Luego se fueron creando villas de veraneo para la gente del barrio de Salamanca, para huir del calor de la concentración de la ciudad. La gente iba en el tranvía a trabajar al centro, aunque, al parecer, no funcionaba muy bien.
¿Cómo vivió el barrio la Guerra Civil? No he querido entrar en ese tema. Se estableció una checa en una esquina de López de Hoyos. Los pequeños episodios generaron tensiones. En ese momento, la Prosperidad era un barrio de peones y tenía una tradición más de izquierdas. Todavía hay vestigios de la guerra. En el colegio Luis Bello, por ejemplo, hay un refugio antiaéreo y se llegaron a plantear pasadizos hasta la calle Pradillo.
Abundaban los centros de beneficencia… El suelo era barato y había mucha necesidad. Daban servicio a vecinos del barrio y otros vecinos. Hay que entender que la gente vivía hacinada y sufría muchos problemas y enfermedades, como la tuberculosis. Había otras instituciones, favorecidas por la aristocracia. Por ejemplo, la viuda de Canalejas cedió un hotelito que usaba de casa de vacaciones para hacer un centro femenino. También la Asociación de Amigos de laEnseñanza, que daba servicio a niños y a adultos; y el centro de artistas y escritores, que mantuvo a intelectuales sin recursos como Ciro Bayo.
¿Qué ocurrió en el desarrollismo? En esa época, todo lo que olía a naftalina se lo cargaban. La Prosperidad perdió ese aspecto de ser un pueblo encajado en una ciudad. El ánimo renovador y la especulación eliminó las viejas construcciones por otras modernas que hoy se consideran nefastas. No obstante, todavía quedan elementos diferenciadores como las casas bajas de neomudéjar y las colonias, que son como islas en plena ciudad.
En el libro afirma que el vecindario se aburguesó. Está motivado porque todas las construcciones que se hacen nuevas desde los años 60 pretenden tener un mayor estatus. Las casas comenzaron a ser de más categoría. Atrajeron a otro tipo de perfil social, aburguesando el barrio. A cambio, empujó a los antiguos habitantes, que en muchos casos, con el dinero de la expropiación no se podían permitir comprar una casa en la zona. Este proceso se nota sobre todo en los límites del barrio: Clara del Rey, Santa Hortensia, Príncipe de Vergara y Ramón y Cajal.
¿Los vecinos siguen considerando la Prosperidad un pueblo? Sospecho que cada vez menos. Las generaciones más antiguas desaparecen y los herederos olvidan o emigran. A cambio, se ha incorporado nueva población que ha asumido que es un barrio más, a pesar de que tuvo un pasado con personalidad propia. (Enrique Villalba , 20-09-2012 )
Página de La Gaceta Local que recoge la publicación del libro «La Prosperidad. 1862-2012.»
La Proveedora Gallega de Chocolates y Caramelos Juan Vázquez Pereiro, estaba en la Estrecha de San Andrés. Se instaló en este lugar en 1906 y sus chocolates, elaborados a brazo de manera artesanal.
Este antiguo comercio coruñés, La Proveedora Gallega de Chocolates y Caramelos Juan Vázquez Pereiro,estaba en la Estrecha de San Andrés. Se instaló en este lugar en 1906 y sus chocolates, elaborados a brazo de manera artesanal, recibieron importantes reconocimientos internacionales, como la medalla de oro en la Esposizione Riunite del Lavoro, celebrada en Milán en 1921. El Ministerio de Fomento ya le había reconocido en 1910 el derecho de la empresa a la protección de su marca.
Los Chocolates Juan Vázquez Pereiro se fabricaron hasta 1990 en un edificio, anejo al mismo local donde se vendían y que se demolió por su mal estado de conservación.
En 2008, el Ayuntamiento de A Coruña, que obliga a derribar o a rehabilitar los edificios que se encuentren en situación de abandono, abrió un expediente a la casa que albergaba a La Proveedora Gallega. Durante todo este tiempo la fábrica de chocolate ha continuado en funcionamiento, aunque solo el frente de la tienda ha estado visible, pués el resto de la fachada se cubrió con una gigante malla verde hasta el cierre definitivo del local. Todavía conservaban en él las viejas maquinas de los tiempos más modernos, que al parar la producción quedaron arrinconadas como piezas de museo.
Según las ordenanzas municipales del Ayuntamiento de A Coruña, cuando un edificio se encuentra en ruina económica y su recuperación supera en un porcentaje el valor catastral del inmueble hay que derribarlo. El caso de la fábrica de chocolates sugiere, por tanto, mayores perspectivas de derribo que de rehabilitación y consolidación de su estructura. Su antigüedad y el escaso mantenimiento son las causas principales. Sin olvidar el componente especulativo, muy condicionante en la ciudad de A Coruña, cuyo suelo urbano y especialmente el del casco antiguo, están sometidos a una fuerte presión. Después del anuncio del expediente y la posterior orden de desalojo para acometer las obras, la fábrica de chocolates echó el candado, temporalmente -se dijo-, hasta que el nuevo edificio estuviese listo. Pero lo cierto es que, al ritmo de la intervención actual, las obras pueden demorarse años, y no parece que los propietarios estén dispuestos a continuar con un negocio que ya se mostraba lánguido en los últimos tiempos. Es una pena, pero al menos nos quedan las fotos de este histórico, atractivo y pintoresco lugar.
Portada del disco «Fábrica de Chocolate» de 1999, del grupo coruñés Elephant Band. La foto está tomada delante de la fábrica de chocolates Vázquez Pereiro. Si nos fijamos, el rótulo de la tienda ha sido modificado en la foto para ajustarse a los propósitos del autor de la «carpeta».
Interior de la fábrica de chocolates Vázquez Pereiro en 2008, en sus últimos años de funcionamiento.
Tarjeta publicitaria de «La Proveedora Gallega» en los años 20 del siglo pasado.
Anuncio de prensa de la fábrica de chocolates, de 1935.
Anuncio de prensa de la fábrica de chocolates, de 1937, publicado en ABC.
Jacob August Riis nacido en Dinamarca en 1849 y emigrado a Estados Unidos con 21 años, fue pionero de la fotografía y está considerado como un precursor de las técnicas modernas.
Jacob August Riis nacido en Dinamarca en 1849 y emigrado a Estados Unidos con 21 años, fue pionero de la fotografía y está considerado como un precursor de las técnicas modernas. La fotografía que encabeza esta entrada, oficialmente » 59 Mulberry Street«, pero más conocida como «nido de rateros«, la logró Riis al hacer posar ante la cámara a vecinos y habituales de este suburbio de Nueva York, popular por ser lugar frecuentado por vagos, maleantes y gentes de mal vivir.
En realidad la intención deRiis, como fotoperiodista, fue buscar una imagen sensacionalista que alertase a la sociedad americana de las injusticias laborales y sociales que pedían reformas urgentes. Esta fotografía apareció en el libro de Riis, de 1890, «How the other half lives» (Cómo vive la otra mitad), en el que la intensidad documental de su fotoperiodismo se unía a la conseguida técnica de reproducción de las imágenes de «trama de medios tonos». Probablemente la foto debió de colorearla a mano algún ayudante de Riis con la intención de conseguir un impacto mayor entre los lectores. En la actualidad la foto se expone en el Museo de la ciudad de Nueva York.
Una tendencia desmedida, irracional e interesada a envasar todos los productos que antes se vendían de manera individual o a granel, usando contenedores de varios usos, ahora se empaquetan en envases de usar y tirar. Frente a la situación actual, de despilfarro irracional y abuso inconsecuente de recursos, y conocido el éxito de los sistemas implantados en otros países (Dinamarca, Canadá, Estonia, Noruega, Finlandia , Alemania y Suecia) y en algunas regiones de España, el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) o Sistema de Retorno de Envases, se presenta como la única alternativa
En un reciente viaje a Finlandia una de las cosas que observé y que me sorprendió grátamente fue lo implantado que está el sistema de reciclaje de envases. En Finlandia, un país que es la mitad de España en tamaño, con menos de seis millones de habitantes , se reciclan los envases de manera sistemática y eficiente.
Todo se envasa
Una tendencia desmedida, irracional e interesada a envasar todos los productos que antes se vendían de manera individual o a granel, usando contenedores de varios usos, ahora se empaquetan en envases de usar y tirar. Además, el aumento del consumo de agua embotellada, refrescos, zumos y cervezas, envasados en botellas o latas, hacen que más de la mitad de las bolsas amarillas de nuestras basuras contengan envases de bebidas.
Actualmente el consumo de plásticos y metales (aluminio, latón) para la fabricación de envases es el doble que hace veinte años, en una carrera ascendente iniciada a principio de los años 80. Esto nos hace cada vez más dependientes de las importaciones de materias primas de otros países y provoca un gran gasto económico y energético absurdo, además de perjudicar al medio ambiente de una forma exagerada. Además, los españoles depositamos erróneamente o por falta de sensibilidad, en casi una cuarta parte, los residuos que mandamos a los contenedores de reciclaje amarillos, donde sólo se deben depositar los envases de plástico, latas y ‘briks’.
Envases de agua mineral de 33 cl y 500 ml. La producción española de agua mineral embotellada supera los 5.600 millones de litros al año. El mercado español del agua mineral está controlado por 10 grandes grupos. A la cabeza está Danone que explota las marcas Font Vella y Lanjarón, con una quinta parte del negocio. A continuación, con un 10%, figuran San Benedetto con Fuente Primavera, Fuencisla y Font Natura, y el Grupo Leche Pascual con aguas Pascual Nature, Bezoya y Cardó. Otros grupos importantes son Vichy Catalán con agua Vichy Catalán, Malavella, Mondariz, Font d’Oro, Font del Regás, Les Crues y Fuente Estrella; siguen Nestlé Waters con Aquarel y Nestlé Pure Life, y los grupos Dann, Solán de Cabras y el grupo Fuensanta. (Foto: E. Fidel Rojo, 2012)
Frente a la situación actual, de despilfarro irracional y abuso inconsecuente de recursos, y conocido el éxito de los sistemas implantados en otros países (Dinamarca, Canadá, Estonia, Noruega, Finlandia , Alemania y Suecia) y en algunas regiones de España, el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) o Sistema de Retorno de Envases, se presenta como la única alternativa.
Los países escandinavos tienen cifras de recuperación entre el 80 y el 95%. En Alemania se ha alcanzado el 98.5% de éxito. Así lo plantea la organización RETORNA, que desarrolla una campaña destinada a sensibilizar e informar tanto a la sociedad como a las administraciones públicas.
En España se llevan al vertedero o a la incineración más de 30 millones de envases de bebidas cada día. (VER VIDEO)
España no recicla
Los españoles generamos por persona al año 547 kilos de basura de los que solo se reciclan 82 kilos (15 %). Más de la mitad acaba en los vertederos, normalmente incinerados. Según los datos de Eurostat, la oficina estadística comunitaria, España está por debajo de la media de la Unión Europea en cuanto a reciclaje de basuras pese a que genera más que el promedio del conjunto.
De los 27 estados miembros, el europeo medio genera 513 kilos de basura al año, contando los desperdicios de los hogares, las empresas pequeñas y las dependencias públicas. La inmensa mayoría de esos residuos recibe algún tipo de tratamiento, pero en el 40% de los casos acaba en un vertedero. En España ese dato se eleva hasta el 52%. Muy por debajo queda lo que se recicla.
En España se venden diariamente 51 millones de envases de bebidas de un solo uso: latas, botellas de plástico y vidrio y briks. Sólo un tercio se recicla; el resto termina en vertederos, incineradoras y ensuciando los espacios públicos (parques, playas, etc).
Lata de cerveza finlandesa. En la parte superior del envase se lee en finés y en sueco Pantti / Pant 0,15 €) : «Depósito 0,15 €» (Foto: Enrique F. Rojo, 2012)
Filosofía del método: un sistema lógico
Depósito significa que cada envase posee un precio, un incentivo para que ese envase vuelva a la cadena de producción para su reciclado y que el precio del envase añadido al producto no se considere como un impuesto sino como un adelanto. Devolución significa que esa cantidad que el consumidor ha adelantado se le reembolsará en su totalidad cuando el envase se entregue de nuevo a un comercio a través de los dispositivos de recuperación que se instalen. Retorno significa que el envase vuelve a la cadena de producción, como una materia prima en condiciones de convertirse en un nuevo producto, cerrándose el ciclo y eliminando la basura.
El Sistema de Retorno es un sistema de gestión de residuos, de envases en este caso, que asocia un valor a cada envase para que éste sea devuelto por el consumidor para su reciclaje.
Supermercado en la población de Petäjävesi (Jyväskylä, Finlandia). Todos los centros de distribución alimentaria y bebidas disponen de máquinas receptoras de envases cuyo reembolso se proporciona en el establecimiento(Foto: Enrique F. Rojo, 2012)
El sistema funciona así
Los productores (embotelladores, importadores o distribuidores) pagan el depósito al operador del sistema por cada envase que ponen a circular en el mercado.
Lo comercios (hiper y supermercados, tiendas medianas y pequeñas, gasolineras, etc.) compran los productos y sus envases a los productores. Pagan el precio del producto más un depósito por cada envase. Luego cobran a los consumidores el depósito por el envase cuando estos lo compran. El importe del depósito se devuelve cuando el cliente retorna el envase al comercio a través de las máquinas de reciclaje.
Los consumidores compran el producto envasado y pagan el depósito por cada envase al comercio. Cuando han consumido el producto, si entregan el envase vacío en cualquier comercio, se les devuelve íntegramente el depósito pagado. Si el consumidor no quiere devolver el envase, la cantidad queda en el circuito y ayuda a financiar el sistema.
El operador del sistema devuelve a los comercios lo que estos han pagado a los consumidores según recibe los datos de devoluciones. Realiza la compensación entre los agentes que intervienen en ciclo. Además se encarga de gestionar la logística de los envases, la correcta recuperación de los materiales y controlar el flujo económico entre los diferentes agentes que intervienen.
La Administración Pública se encarga de controlar la transparencia de las estadísticas y datos de la gestión del operador y audita las cuentas de todo el sistema. De esta forma se maximiza la eficacia –recogida de casi el 100% de los envases- y la eficiencia –máximo reciclado al menor coste- del sistema.
¿Y en España?
En España, de momento, la aplicación del SDDR se limita a casos puntuales en puntos fijos o mediante unidades móviles en algunas Comunidades, sin que se haya desarrollado una verdadera implantación del sistema. Parece que todavía resulta más rentable fabricar nuevos envases que reciclar los ya existentes para convertirlos en materia prima y reiniciar el proceso. Por lo tanto el futuro del reciclaje en España continúa siendo todavía una asignatura pendiente.
En Finlandia, origen del asunto de esta entrada del blog, la antención principal del sistema, muy arraigado, se aplica especialmente a los envases plásticos y a las latas de aluminio. A parte queda el vidrio. A modo de ejemplo, las latas de cerveza de 33 cl., que todos conocemos, tienen un incremento en tienda, sin contemplar los impuestos exclusivos e importantes al alcohol por motivos de salud pública, de 15 céntimos de Euro, que se recuperan entregando los envases en los puntos de recepción. Las botellas plásticas de Coca-Cola o similares cotizan a 40 céntimos de Euro, que ya fueron aplicados al adquirir el brebaje y que, simplemente por el montante, invitan a ejercer el responsable acto de la devolución del envase para su reciclaje.
En Canadá el sistema de recuperación de envases de bebidas (SDDR) funciona desde 1998. Las primeras provincias que se incorporaron al programa fueron Alberta, Saskatchewan, Manitoba, y más recientemente British Columbia. También se ha añadido al proyecto Ontario y Quebec.
Conocidos los datos y sabiendo las incontestables ventajas y beneficios medioambientales y económicos que reporta el reciclaje de envases , habría también que disponer de datos de cuáles son las empresas que se oponen en España a este sistema y qué intereses prevalecen para que este tipo de actuaciones se ignoren o se prorroguen con el beneplácito de las administraciones. Es evidente que reciclar o recircular la basura para nuevos usos o se sostiene subvencionada por el Estado o ha de ser por fuerza rentable si no hay ayudas. Fundamentalmente porque son siempre empresas privadas las que se dedican a esta actividad.
Existen estudios que avalan la viabilidad de este tipo de iniciativas, que además de los aspectos contemplados generarían puestos de trabajo y reactivarían sectores económicos ahora poco productivos. En cualquier caso, sería interesante conocer los pros y los contras del sistema, ya que donde se crea empleo hay un sector donde puede desaparecer y que seguramente se podría readaptar. Y los números no siempre cuadran. En cualquier caso, quedémonos con el dato: los españoles generamos por persona al año 547 kilos de basura de los que solo reciclamos un 15 %. Consigamos llegar como primer objetivo al 50%. Así ganaríamos todos.