Desarrollo urbano de Avilés (Asturias)

El desarrollo urbano de Avilés representa un caso paradigmático en la evolución histórica de las ciudades españolas periféricas cuyo mayor crecimiento fue unido a los procesos de industrialización del desarrollismo de los años 50 del siglo XX.

El desarrollo urbano de Avilés representa un caso paradigmático en la evolución histórica de las ciudades españolas periféricas  cuyo mayor crecimiento estuvo unido a los procesos de industrialización del desarrollismo de los años 50 del siglo XX.

En el siglo XIX se construyó en la ría de Avilés la dársena de San Juan de Nieva que permitio la creación de  industrias ligadas al carbón como la fundición de Arnao, o explotaciones como la  Real Compañía Asturiana de Minas en Castrillón, cuya producción se transportaba a través del puerto de Avilés.

El complejo industrial de Avilés se consolidó en los años cincuenta del siglo XX con la instalación en ambas márgenes de la ría homónima de grandes plantas productivas, como la siderúrgica de Ensidesa (1951), que más tarde se llamaría CSI, Aceralia y hoy en día ArcelorMittal, o las pertenecientes a Cristalería Española (1952), a la Empresa Nacional de Aluminio (1958), posteriormente llamada Inespal y más tarde Alcoa, a Asturiana de Zinc (1959), o a la reconvertida Real Compañía Asturiana de Minas, en Arnao, absorbida con el tiempo por la anterior y ambas asentadas en Castrillón. A éstas se le añadieron muy pocas más hasta los últimos años de los ochenta, período en el que, a la crisis de las grandes plantas productivas, le sucedió una notable diversificación del sector industrial, aunque no tan amplia como era de esperar.

 

Puerto de Avilés, en 1920. (Foto Ayto. Avilés)

Puerto de Avilés, en 1960. (Foto Ayto. Avilés)

La Villa y el Ensanche

La zona más antigua de Avilés -La Villa– se encuentra en una ligera elevación junto a las marismas que se generaban en los márgenes de la ría, lo que permitía su protección frente a la subida de la marea.

Desde época medieval estuvo rodeada por una muralla que se derribó en el siglo XIX. Sin embargo, la existencia de la muralla no impidió el desarrollo de diversos núcleos anejos al centro primitivo, como los arrabales de Rivero y Galiana, desarrollados hacia el suroeste en el siglo XVIII, y el arrabal de marineros y pescadores de Sabugo al norte, frente a la ría, del siglo XIX.
La primera expansión urbana de la era moderna se desarrolló entre los años 1818 y 1894, con el derribo de la citada muralla medieval, que databa del siglo XIII de trazado circular y con un perímetro de 670 metros.
En 1826 se construyó un camino de ronda sobre las marismas, que ya habían sido desecadas, entre la antigua Villa y la ría. A partir de 1868 se acometió el saneamiento y urbanización de las marismas que rodeaban el núcleo urbano.

Puerto de Avilés, en 1970. (Foto Ayto. Avilés)

Mujer con una niña en Avilés en el año 1953.

Después de la demolición de la muralla y la posterior desecación de las marismas, se trazaron nuevas calles que rodeaban el casco primitivo y se produjo una importante expansión de la trama urbana que ocuparía los espacios libres entre El Sabugo y la primitiva ciudad -la Villa-, vinculados al construirse sobre las marismas de Las Aceñas  la Plaza Nueva (actualmente de los Hermanos Orbón) y el parque del Muelle. También se construirían el parque del Retiro, sobre las marismas de Las Meanas, la plaza del Pescado (en la actualidad de Santiago López) y la calle de la Cámara, que uniría la plaza del Ayuntamiento con el barrio de El Sabugo.
Entre 1895 y 1898 se elaboró un Plan de Ensanche con el objetivo de ordenar el crecimiento urbano de la ciudad. Solo se ejecutó la fase que afectaba al sur, que se llevó a cabo con la expropiación de algunos terrenos que permitieron la apertura de las dos nuevas calles de Llano Ponte y Palacio Valdés, y la prolongación de la del Muelle. La expansión hacia el norte no se iniciará hasta 1943, con la construcción del Poblado de Pescadores, continuada más adelante con la construcción de las viviendas para empleados de Cristalería Española.


Puerto de Avilés, en 1980. (Foto Ayto. Avilés)

Periodo del desarrollismo industrial

Sin embargo, la mayor transformación urbanística de Avilés se iniciaría en 1950 con la creación de ENSIDESA.

En una década la población pasó de 21.300 habitantes en 1950 a cerca de 49.000 en 1960, con el consiguiente problema de alojamiento.
La falta de previsión fue total, generándose un caos que obligó a una acelerada improvisación por parte de las autoridades estatales y de la propia ENSIDESA.
Entre 1954 y 1965 el Plan Sindical de la Vivienda levantó los poblados obreros de Francisco Franco o la Texera, José Antonio, La Carriona y La Pedrisca. A través de la iniciativa de cooperativas se construyeron los poblados de San José Artesano, Portuarios y El Pozón. También los promotores privados participaron con la construcción de los barrios obreros de Versalles y la zona de Domingo López, en Villalegre.

Vista aérea de Avilés en 1957.(Foto: Editorial Prensa Asturiana)

Vista aérea de Avilés en 1961.(Foto: Editorial Prensa Asturiana)

A pesar de que los nuevos barrios paliaban la carencia de alojamiento para la población obrera inmigrante, la nula planificación se tradujo en la ausencia de dotaciones y equipamientos urbanos, educativos, sanitarios, deportivos y culturales. Esta situación solo se fue resolviendo con el paso de los años y de manera lenta y parcial. Además, esta situación se agudizaría debido a la mala calidad de los materiales de construcción utilizados y a la desconexión entre los diferentes núcleos con el centro urbano de Avilés a causa de la escasa red de comunicaciones.

En 1975, pasados veinte años del asentamiento de ENSIDESA (actual Aceralia), los efectos de la industria siderúrgica eran ya más que notables en la fisonomía de Avilés y en el entorno de su ría.
Se había generado un nuevo espacio urbano, transformando el viejo casco de la ciudad, agregándose poblados obreros en la periferia y consolidándose los núcleos ya existentes (Villalegre, Miranda, Salinas y Piedras Blancas).

Nuevos barrios obreros y  renovación del caserío antiguo

Como queda dicho, la proliferación de poblados obreros en la periferia rural de Avilés que acogieron los contingentes de población que llegaba a la villa atraida por las expectativas de trabajo fue muy intensa y rápida. Hasta 1970 la población obrera que se estableció en Avilés se fue ubicando en los poblados periféricos que a tal efecto se levantaron. A partir de esa fecha la ocupación se fue orientando hacia el centro urbano, ocupando solares vacíos y edificando viviendas de nueva planta tras el derribo de las antiguas edificaciones ya existentes. Este proceso de densificación del centro histórico, se vio favorecido por las políticas locales de urbanismo que impulsaron las actuaciones privadas de acusado carácter especulativo y propiciaron la desaparición de parte del caserío histórico representativo de Avilés.

Vista de la periferia sur de Avilés en 1972, en la que se sitúan la mayor parte de los poblados obreros creados en la etapa industrial. En primer término (A) el poblado de Las Vegas, detrás el barrio de Villalegre (B), a su izquierda el de La Luz (C), y más al fondo los poblados de La Texera, de 83 bloques 1954-59 (E) y de Versalles (F). En el centro, la colonia Arintero (D).

Barrio de La Luz

El poblado de La Luz, comenzado a construir por iniciativa privada a finales de los 50, y comprado por el Estado al término de su construcción en 1962, consta de 2.056 viviendas que se distribuyeron en régimen de alquiler entre los obreros de ENSIDESA con mayor número de hijos.

Entre 1950 y 1959 una gran masa obrera acudió a estos lares encandilada por el trabajo abundante y seguro que la construcción de ENSIDESA ofrecía.Obreros que, ante la falta de viviendas, se instalaban en barracones adyacentes al lugar de trabajo cuyos espacios compartían alternativamente según, incluso, los turnos laborales. Condiciones duras éstas, difíciles, conocidas por el nombre de «los años calientes». Cuando un obrero dejaba su hueco en el barracón para acudir al trabajo, otro lo ocupaba para descansar no dejando apenas tiempo ni para la ventilación ni, siquiera, para que el calor humano se enfriara.”
En este contexto socio-económico tenemos, pues, que situar el nacimiento del Barrio de La Luz. A diferencia de los barrios de Villalegre, La Carriona o Llaranes que surgieron a partir de núcleos urbanos o rurales ya existentes, el de La Luz arranca de la nada, es totalmente nuevo, no procede de un asentamiento anterior. Su nacimiento tiene sólo que ver con unas circunstancias que le son características y propias, como las antes apuntadas, o que responden en lo general al aumento de la densidad de población, a la paternidad de los «laboratorios sociales» de ENSIDESA y al asentamiento con claros tintes de segregación laboral de un tipo o clase de mano obrera, no cualificada. ENSIDESA tiene en su haber la mancha de haber tratado a sus trabajadores de manera harto clasificatoria y diferenciada, según se tratase de directivos, técnicos o peones del humo. A nuestro Barrio de La Luz le cupieron los honores últimos.” (Texto: Parroquia de La Luz. Ver referencias al final del artículo)

Barrio de la Luz, 1994. Al fondo La Texera, Versalles y el centro urbano de Avilés. (Foto: Editorial Prensa Asturiana)

Barrio de la Luz, 2010. (Foto: Fernando Saiz)

El barrio de La Luz debe entenderse, por tanto, como un proyecto privado netamente especulativo cuyo resultado final nada tuvo que ver con lo inicialmente proyectado y ofertado.
Los modelos urbanísticos para los nuevos barrios obreros estaban definidos en la España de los 50 a través del Instituto Nacional de la Vivienda y de la Obra Sindical del Hogar. Se proponía el bloque exento de doble crujía, liberando el suelo circundante para uso dotacional y viales, siguiendo la inspiración de la ciudad-jardín y del Funcionalismo.

Los orígenes del barrio de La Luz pueden establecerse a partir de las intenciones de un constructor que adquirió unos terrenos para edificar en ellos. Dado que el barrio de Llaranes no podía albergar a todos los trabajadores de la Empresa, dicho contratista, llamado Domingo López Alonso, vecino de León, proyecta construir otro barrio al que denomina «Nuevo Avilés» y al que diseña como un nuevo modelo de villa.
Del primer proyecto de 5.000 viviendas a construir en la ladera Noroeste del Monte de La Luz, sólo se construyen 2.056 que agrupadas en 95 bloques constituyen hoy la configuración del Barrio de La Luz.

Barrio de La Luz, maqueta del proyecto (1958) y las casas en la actualidad, que nada tienen que ver con lo proyectado.

Barrios de Versalles, Los Canapés y Texera en 2000.

ENSIDESA sacó de sus «laboratorios sociales» la idea de construir los barrios en diferentes lugares de Avilés. Realizó una segregación social del espacio urbano. De este modo colocó en Llaranes y La Luz a los obreros, mientras que a los técnicos, peritos e ingenieros los situaba en edificios tales como La Estrella, en el Pozón, y La Residencia de Ingenieros, en la subida de San Cristóbal.”
“Existían cuatro categorías de traba-trabajadores en la Empresa:

1ª – La formada por los directores, técnicos, ingenieros..
2ª – La formada por técnicos de grado medio, como jefes de taller,administrativos,
analistas…
3ª-Obreros cualificados (Oficiales de 1ª y 2ª)
4ª – Personal obrero sin cualificar, como oficiales de 3ª y peones. “
(Web Parroquia de San Pablo de la Luz)

Dos instantáneas de la vida cotidiana en el barrio de La Luz en 1967. (Fotos: Recuerdos de Llaranes)

Al tiempo que se producía esta densificación en el centro, emergían dos zonas contiguas, que se configuraban como nuevas zonas residenciales: Las Meanas-Quirinal, y Carbayedo Nuevo.
La crisis de la siderurgia de los setenta del siglo XX, que supuso la pérdida de más de 12.000 puestos de trabajo, se vio compensada con el crecimiento del sector terciario, que permitió que pasados veinte años se mantuviera en la ciudad la misma población que al comienzo de la crisis. (85.000 h.)

Poblado de Llaranes

Al amparo de la construcción de ENSIDESA se desencadenó un intenso proceso inmigratorio que supero ampliamente la capacidad de Avilés para acoger a tan amplio volumen de personas.
Debido a la necesidad urgente de viviendas se fueron diseñando en las proximidades de las fábricas diferentes modelos de grupos residenciales para dar alojo a los trabajadores, a través bien de promociones oficiales o privadas. En algunos casos los asentamientos eran tan espontáneos que daban lugar a fenómenos de chabolismo e infravivienda.

Dos  imágenes del poblado de Llaranes. La foto superior muestra las últimas fases de construcción, con la iglesia al fondo todavía sin terminar. La foto inferior, coloreada, muestra el conjunto completamente acabado (1953-1957). (Fotos: Recuerdos de Llaranes)

El primer ejemplo de barrio obrero lo constituye el poblado de Llaranes, en las cercanías de Ensidesa, que se comenzó a construir en 1953 y se concluyó en 1957. Se trata de un conjunto de 1.103 viviendas en un diseño que comprende espacios verdes, deportivos, iglesia, plaza mayor, mercado y servicios varios.

«Ensidesa encargó a los arquitectos J. M. Cárdenas Rodríguez y F. Goicoechea Agustí, en 1951, la construcción del poblado central de Llaranes concebido como un pueblo independiente, con escuelas, mercado, estadio deportivo, piscinas, parques, local para espectáculos, hogar sindical y Plaza Mayor.
Cárdenas y Goicoechea firmaron conjuntamente el proyecto en su totalidad. Sin embargo, cabe destacar que la iglesia es obra de Cárdenas mientras que el «colegio de niños» y el parque infantil fueron obra de Goicoechea. El «colegio de niñas», la Plaza Mayor y el economato entrarían en el grupo de proyectos compartidos.
El proyecto del Mercado, conocido popularmente como El Economato, data de 1956, pero sería el último de los edificios singulares en terminarse. No se inauguraría hasta 1962. Con anterioridad fueron habilitados para ese uso los bajos de la Plaza Mayor, cuyo destino inicial, nunca del todo logrado, fue su uso para el comercio privado.
Se proyectaron diferentes tipos de vivienda dentro de una homogeneidad de conjunto. Los bloques «A» tienen tres plantas y doce viviendas. Los bloques tipo «C» y «D» son los más abundantes en el poblado. Constan de ocho o dieciséis viviendas dispuestas en forma de «U» y pareadas dejando un jardín en medio. Menos abundantes y con sus jardines son las viviendas tipo «H» o de «capataces». Se trata de viviendas ligeramente mayores que el resto de las del poblado, en bloques de cuatro, dos bajos y dos pisos, y con una fisonomía que les daba un cierto aire de «chalés».
El aspecto nórdico que le conferían los tejados de pizarra fue fruto de la casualidad. En la idea inicial las cubiertas estaban proyectadas en teja árabe de color rojo. Una oportunidad que surgió para Ensidesa provocó el cambio.

Vista de la plaza desde lo alto de la iglesia (años 50).

El poblado se inauguró el 18 de julio de 1956. En 1959, año en que se termina casi por completo el poblado de Llaranes, finaliza la fase de construcción de Ensidesa.
El responsable de Asuntos Sociales de Ensidesa, en su despacho de la Plaza Mayor, ejerció siempre unas funciones de «alcalde» sobre Llaranes que siempre tendieron a considerar los poblados como una entidad autónoma. Un alcalde, además, con casi todas las prerrogativas de tal, ya que contaba con su propia Guardería Jurada, que era la máxima responsable del orden en los poblados. Orden que se establecía de acuerdo a criterios propios y por normas que el mismo Departamento dictaba.

Llaranes disponía en esa época de 1324 viviendas y estaba totalmente urbanizado: calles, alcantarillado, iluminación, etc… y con todos los elementos de una vida independiente. El servicio público se hallaba concentrado en la Plaza Mayor, centro del mismo, conteniendo estafetas de Correos y Telégrafos, Central telefónica, Farmacia y una sucursal bancaria. Poseía otros locales que se usaban como economato provisional y que serían ocupados, al menos eso era lo previsto, por distintas ramas del comercio.

El proceso de «privatización» de las viviendas fue complejo. La primera venta efectiva se realizó el 10 de agosto de 1990. A finales de 1993 se había realizado el grueso de la operación.
Además de las viviendas, la Empresa tuvo que transferir al ayuntamiento de Avilés las infraestructuras y suelo común. La cesión se firmó el 29 de marzo de 1995. La red eléctrica se cedió a Hidroeléctrica del Cantábrico y los inquilinos tuvieron que hacerse cargo de los pagos a partir de 1998.»
(De la página web Llaranes C.F.)

Vista aérea del polígono de viviendas de Llaranes en 1959. (Foto: Editorial Prensa Asturiana)

Vista aérea del polígono de viviendas de Llaranes en 1968. (Foto: Editorial Prensa Asturiana)

Futuro urbano Avilés

Avilés se encuentra actualmente en un proceso de renovación urbana que pretende la transformación de los espacios degradados por la industria en las áreas circundantes a la ría. Esta estrategia se plantea como una fórmula que dinamice la ciudad y la proyecte hacia el exterior,  de cara a un realce de su imagen como polo de atracción turística y que mejore la calidad de vida y el bienestar de sus vecinos.
Como ejemplo más visible de este proceso se encuentra el  Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, una referencia mundial, ahora inmerso en una grave crisis motivada por circunstancias políticas e intereses particulares.
La recuperación urbanística y ambiental que se está produciendo en Avilés está renovando los desajustes producidos por la industrialización de los años 50 y la reconversión industrial de los 90 que mermó el empleo y la población, en una urbe gravemente contaminada.
«En el proceso de ajuste han surgido nuevos e importantes espacios liberados de su antiguo uso industrial, cuya ubicación al borde de la Ría y en colindancia con el casco urbano demandan un decidido esfuerzo planificador para transformar la ciudad y crear un foco dinamizador de la economía y la cultura». (Proyecto Isla de la Innovación)

Animación que muestra la construcción del Centro Niemeyer en el Puerto de Avilés (inaugurado el 26 de marzo de 2011), ubicado próximo al centro de la ciudad, sobre la margen derecha de la ría, a 500 metros de la plaza de España y del Ayuntamiento.

Referencias.-

Fernández García, Felipe y Quirós Linares, Francisco
Atlas aéreo de Asturias
Los paisajes del siglo XX

Editorial Prensa Asturiana, S. A.
Oviedo, 2001
VV.AA.
Asturias a través de sus Concejos
Editorial Prensa Asturiana S.A.
Oviedo, 1998

Informe Barrios Vulnerables de Avilés (2001)
Ministerio de Fomento, 2001 (Documento PDF)

Benito Del Pozo, Paz
Discursos, propuestas y acciones sobre la ciudad posindustrial
Universidad de León, 2004 (Documento PDF)

Morales Matos, Guillermo
Industrialización y crecimiento urbano en Avilés
Universidad de Oviedo. Dpto. de Historia Contemporánea
ERÍA. Revista Geográfica, nº 1, pp. 151-178. Oviedo, 1980 (Documento PDF)

Morales Matos, Guillermo
Industria y espacio urbano en Avilés
Ed. Silverio Cañada
Gijón, 1982

Guía para entender el urbanismo de Avilés
El Revistín nº Especial (Documento PDF)

Barrio de la Luz (Documento PDF)

Poblado de Llaranes (en Wikipedia)

Barrio de la Luz (enWikipwedia)

Blog Recuerdos de llaranes

Proyecto La Isla de la Innovación: Master Plan (Documento PDF)

Web Centro Niemeyer

Todo sobre Oscar Niemeyer  (El País, 2011)

6 opiniones en “Desarrollo urbano de Avilés (Asturias)”

  1. Nada sesgado los comentarios ufff con el niemeyer vamos a comer todos a base de bien,q se quite ensidesa q esa no daba de comer a nadie,nada como el niemeyer para q coman 4 y miren 50000

  2. El Quirinal era una finca de Les Meanes. Por lo tanto una parte no puede dar nombre al barrio. Las Meanas es junto a La Villa y Sabugo, los tres nucleos principales del centro histórico de Avilés. Y sería una vergüenza que este topónimo fuera borrado por el nombre de una finca de mucha más reciente creació y que además formaba y sigue formando parte del Barrio de Les Meanes. No permitamos estos errores históricos. El Quirinal es un topónimo incorrecto, todo esa zona es en realidad: LAS MEANAS.

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