La invasión de las Meninas al barrio de Canido en Ferrol (A Coruña) empezó en 2008 como protesta pictórica contra una pintada y se convirtió, en reivindicación, liderada por el pintor Eduardo Hermida, contra el abandono urbanístico del barrio . Desde entonces, cada año las fachadas abandonadas del barrio se convierten en lienzos efímeros para artistas y soñadores.
La invasión de las Meninas al barrio de Canido en Ferrol (A Coruña) empezó en 2008 como protesta pictórica contra una pintada. Liderada por el pintor Eduardo Hermida, esta manifestación clama contra el abandono urbanístico del barrio. Desde entonces, cada año las fachadas abandonadas de Canido se tornan lienzos efímeros para artistas y soñadores.
Meninas en la calle de Alonso López, 2 de Canido, en Ferrol. (Foto: Enrique F. Rojo 2015-17)
Meninas sobre fachada terrera en la calle de Alonso López, 2 de Canido, en Ferrol. La casa albergó una antigua tahona y luego una tortillería, de renombre en los alrededores gracias al boca en boca. Después vino el abandono del barrio y la tortillería cerró hasta la actualidad, que la habitan meninas y meninos, uno pintor de aire velazqueño, con perro como mascota, y otros de perfil griego algo picassianos. Los dibujos son de Blanca Vila, Carmela Martín, y uno anónimo que muestra la figura de una hierática menina cocinera de armas tomar con sus utensilios en las manos dispuesta a elaborar una rica tortilla de patatas a la moda del lugar.
Menina en Canido, Ferrol. (Foto: Enrique F. Rojo, 2017)
Menina de tirabuzones azules en Canido. Fantasía de Chus Iglesias firmada en 2017. El muro decorado esconde un solar perdido en el olvido en el que antes existió una casa que ocupaba el número 36 de una calle ignota. La portezuela roja da paso al terreno, solo accesible para personal enano de estatura. Pensado, a buen seguro, para que las meninas, bajas por definición, accedan sin pestañear ni despeinarse y dediquen su ocio a sembrar patatas, berzas y nabizas.
Escombros de las antiguas construcciones de 1930 situadas en la plaza del Duque de Pastrana nº 7. (Foto: Enrique F. Rojo, 2016)
Como suelo recordar en el blog casi todos los años por estas fechas, «el verano es un buen momento para los derribos«. Y es que, en efecto, las constructoras aprovechan las vacaciones para derribar con cierto sigilo y sin que haya muchos testigos. Supongo que por aquello del «qué dirán» de la opinión pública ciudadana. Derribar supone destrucción y este acto por lo general resulta antipático, cuando no sospechoso de ser una insensible maniobra especulativa.
Derribo las antiguas casas de 1930 situadas en la plaza del Duque de Pastrana nº 7.(Foto: Enrique F. Rojo, 2016)
Un derribo más
Hoy voy a hablar de la demolición de unas casas de poca entidad que se situaban en el número 7 de la plaza del Duque de Pastrana en el distrito de Chamartín. A pesar de no estar protegidas por su poca «visibilidad» o escaso valor arquitectónico, formaban parte de un conjunto cuya particular fisonomía da a la plaza y entorno su pintoresco aspecto rural, en medio del torbellino urbano a pocos metros de la plaza de Castilla. Al menos hasta ahora, ya que poco a poco se van eliminando las viejas construcciones en favor de edificios vanguardistas de gran lujo que diluyen su recordado aspecto primitivo.
Lo que queda de las antiguas construcciones de 1930 situadas en la plaza del Duque de Pastrana nº 7. (Foto: Enrique F. Rojo, 2016)
Casas de 1930 en la plaza del pueblo
Los edificios estaban edificados en una parcela de 600 m² y sumaban 825 m² construidos. Según la Dirección General del Catastro, su fecha de construcción fue 1930, aunque es posible que fuera algo antes. En la actualidad, las casas constaban de planta baja y primer piso y estaban dedicadas a la actividad comercial: panadería-repostería, papelería-librería y bar-restaurante. Desde, al menos 2013, se negociaba el abandono de los locales. La plaza del Duque de Pastrana, cuando se construyeron las casas, era plaza de la Constitución y pertenecían al pueblo de Chamartín de la Rosa. Antes hubo otras casas en el mismo lugar, seguramente toscas casas de pueblo que se sustituyeron por éstas, tampoco excelentes, ahora demolidas.
Pueblo de Chamartín de la Rosa. Plaza de la Constitución, c. 1930.
El pueblo de Chamartín de la Rosa
El pueblo de Chamartín de la Rosa en 1848, un siglo antes de convertirse en distrito de Madrid, contaba con treinta casas distribuidas entre la actual plaza del Duque de Pastrana y las actuales calles de Platerias y Dolores Sánchez Carrascosa. También se encontraba la Iglesia de San Miguel, de estilo irreconocible, dadas las innumerables intervenciones que ha sufrido a lo largo de su historia y que cambiaron su fisonomía original. En este periodo el pueblo de Chamartín estaba regido por el Ayuntamiento situado en la plaza cuyo alcalde disfrutaba del cargo durante varios años. Su fisonomía correspondía a la de un caserío rural dedicado más a la agricultura que a la ganadería y escasamente a la industria. Estaba constituido por casas bajas encaladas con cubierta de teja que albergaban a unas trescientas personas. No disponía ni de hospital ni de escuela. Tampoco había alumbrado en las calles ni tenía fuente pública, obteniendo el agua del arroyo próximo de «la alcubilla».
Actual plaza del duque de Pastrana, mediado el siglo XX. En color rojo las casas demolidas. (Nomecalles/CM)Plaza del duque de Pastrana, en el último tercio del siglo XX. A la derecha las casas demolidas. (Foto: Santos Yubero/ARCM)
Alegato final
A pesar de ser de unas casas de poca entidad, como se ha dicho, la desaparición de estas edificaciones de vieja factura rural, asociadas al primitivo caserío del pueblo de Chamartín de la Rosa, no hacen sino abundar en los efectos nefastos de la imparable maquinaria urbanizadora que destroza los cada vez más escasos elementos que dan cohesión e identidad a los espacios urbanos de nuestra ciudad.
Es evidente que no se puede luchar contra los gigantes aspados. No son reales. Ni real -ni práctica-es la lucha contra el llamado progreso, fantástico e idealizado. Pero tambiém es un hecho fehaciente la despersonalización que esta ansia demoledora de la historia conduce a nuestras ciudades, uniformándolas, dándoles el mismo aspecto anodino. Haciéndolas iguales, estén donde estén. Modernas, pero todas iguales.
Creo que existe una escasa sensibilidad institucional y privada para preservar la memoria y para que no olvidemos las construcciones históricas fundamentales -nuestro pasado urbano o rural-, algo esencial para conservar la identidad del espacio urbano al que pertenecemos y que nos pertenece.
Casas demolidas en la plaza del duque de Pastrana 7. (Foto: Google Maps, 2016)
Casas demolidas en la plaza del duque de Pastrana 7. (Foto: Google Maps, 2016)
Referencias.-
Rodríguez Zapata, Carlos
Rojo Escobar, Enrique F. Chamartín. Álbum de fotos
Ediciones Temporae
Madrid, 2015
Lasso de la Vega Zamora, Miguel Quintas de Recreo (Libro I)
Ayuntamiento de Madrid
Madrid, 2006
Baldeón García de, Alicia
López Marsa, Flora Historia de Chamartín de la Rosa
Ayuntamiento de Madrid
Madrid, 1985
Continúa la demolición de los Estudios Buñuel. De momento se ha derribado el edificio con fachada mirando a la avenida de Burgos, que alojaba los servicios generales y oficinas.
Continúa la demolición de los Estudios Buñuel. (Foto: Enrique F. Rojo 3/2/2016)
Continúa la demolición de los Estudios Buñuel. De momento se ha derribado el edificio con fachada mirando a la avenida de Burgos, que alojaba los servicios generales y oficinas. También ha comenzado la demolición de los platós L-1 y L-2, ambos de 600 m2. Queda el L-3, de 2.500 m2, que fue hasta el año 2015 el segundo plató de televisión más grande de Europa, donde se grabaron programas como Con las manos en la masa o series como El Quijote, en 1992, Un, dos, tres… responda otra vez, El gran circo de TVE, ¿Qué apostamos?, etcétera.
Continúa la demolición de los Estudios Buñuel. (Foto: Enrique F. Rojo 3/2/2016)Continúa la demolición de los Estudios Buñuel. (Foto: Enrique F. Rojo 3/2/2016)
Grupo de viviendas «Calanda Homes», de la inmobiliaria Pryconsa, de 2018, en la avenida de Burgos nº 5. Salvo el nombre de la promoción, ya no queda nada que recuerde al pasado cinematográfico del lugar.(Foto: Enrique F. Rojo, 2020)
Grupo de viviendas «Calanda Homes», de la inmobiliaria Pryconsa, de 2018, en la avenida de Burgos nº 5.(Foto: Enrique F. Rojo, 2020)
Con el inicio de los trabajos de demolición de los Estudios Buñuel de TVE, desaparece la memoria del último de los estudios cinematograficos históricos de la capital.
Situados en la Avenida de Burgos, en pleno corazón de la antigua villa de Chamartín de la Rosa, entre los colegios del Sagrado Corazón y del Recuerdo, su conjunto de naves y construcciones dedicados al séptimo arte y a la televisión ha sido testigo de los 80 últimos años de notables producciones audiovisuales.
Entrada Estudios de Chamartín.
Con el inicio de los trabajos de demolición de los Estudios Buñuel de TVE, desaparece la memoria del último de los estudios cinematograficos históricos de la capital. Situados en la Avenida de Burgos, en pleno corazón de la antigua villa de Chamartín de la Rosa, entre los colegios del Sagrado Corazón y del Recuerdo, su conjunto de naves y construcciones dedicados al séptimo arte y a la televisión ha sido testigo en los 80 últimos años de notables producciones audiovisuales.
Dibujo del proyecto de los Estudios de Chamartín, 1933.
Estudios cinematográficos Chamartín
Los Estudios Buñuel de TVE tuvieron su origen en los Estudios cinematográficos de Chamartín, un proyecto realizado en 1935 por Rafael Bergamín, uno de los más importantes representantes de la arquitectura racionalista española y responsable de la colonia El Viso. Se inauguraron el 17 de abril de 1941, con 32.000 metros cuadrados, cinco platós y mucho terreno para rodar exteriores.
Estudios Buñuel, 4 de diciembre de 2015 (Foto: Enrique F. Rojo)
Estudios Bronston
En 1959, el productor de origen ruso Samuel Bronston adquirió los estudios por unos 80 millones de pesetas. Ahí se rodaron superproduciones como Rey de Reyes, El Cid, Cincuenta y cinco días en Pekín o La caída del Imperio Romano.
Los Estudios Bronston de Madrid estuvieron cerrados desde 1972 después de su quiebra cuando fueron embargados por el Banco Exterior de España, pendientes de demolición, destinado el espacio que ocupaban a la construcción de viviendas dentro del Plan Chamartín que contemplaba la desindustrialización completa del área y la creación de nuevo suelo urbanizable.
Estudios Buñuel, 4 de diciembre de 2015(Foto: Enrique F. Rojo)
Estudios Buñuel, 4 de diciembre de 2015 (Foto: Enrique F. Rojo)
Nacen los Estudios Buñuel
En 1984 la dirección general de RTVE con José María Calviño Iglesias como director general del Ente Público, Ramón Criado Margaretto como director de TVE, el Ministerio de Cultura a través de Pilar Miró Romero como directora general de Cinematografía y el Banco Exterior de España, propietario del complejo cinematográfico llegaban a un acuerdo de compraventa.
El 12 de Septiembre de 1988, siendo alcalde de Madrid Juan Barranco Gallardo, RTVE inauguraba con el nombre de Estudios Buñuel los nuevos estudios de televisión que fueron calificados como “el mayor plató de televisión de Europa“ .
En los estudios se han grabado programas que forman parte de la historia de la televisión española , como los concursosUn, dos, tres… responda otra vez; El precio justo oQué apostamos; o producciones dramáticas como El Quijote de Manuel Gutiérrez Aragón o la versión de la novela de Arturo BareaLa forja de un rebelde por Mario Camus.
Estudios Buñuel, 13 de diciembre de 2015 (Foto: Enrique F. Rojo)
Enajenación de los Estudios Buñuel
En 2009, siendo alcalde Alberto Ruiz-Gallardón Jiménez, RTVE negociaba la venta de las instalaciones para la construcción de viviendas dentro del plan de restructuración inmobiliaria que había diseñado el entonces presidente de RTVE, Luis Fernández Fernández y que incluía una serie de desinversiones de activos entre los que sen encontraban los Buñuel, así como el «chalé» del Paseo de la Habana, primera sede de Televisión Española.
Esta operación permitiría al Ayuntamiento de Madrid avanzar en el proyecto de vaciado industrial en la zona. A los grandes estudios de décadas anteriores, como Sevilla Films o CEA que ya habían desaparecido, se sumaban los Estudios Buñuel.
Finalmente, en 2014, siendo alcaldesa Ana María Botella Serrano, la Corpración de RTVE durante la presidencia de Leopoldo González-Echeniqueacordó vender los estudios, tasados en 2013 en 70 millones de euros, por 35 millones a la promotora Pryconsa, que levantará en el solar pisos de lujo.
Estudios Buñuel, 4 de diciembre de 2015. (Foto: Enrique F. Rojo)
Estudios Buñuel, 20 de diciembre de 2015. (Foto: Enrique F. Rojo)
Estudios Buñuel, 20 de diciembre de 2015. (Foto: Enrique F. Rojo)
Pryconsa es la inmobiliaria promotora que ha comprado los Estudios Buñuel cuyo solar tiene unos 15.000 metros cuadrados de suelo y cerca de 10.699 metros cuadrados de edificabilidad.
En una primera fase se harán viviendas de entre 3 y 5 dormitorios con unos precios que oscilan desde los 820.000 euros a 1,6 millones de euros. En la segunda fase se construirán pisos de 5 habitaciones en planta.
El proyecto que sin duda supone una gran oportunidad de negocio para la promotora , se ha denominado Calanda Homes, en alusión al pueblo natal del director aragonés, como para conjurar o ahuyentar los malos presagios que pudieran hacer fracasar el plan. Dicen que Luis Buñuel tenía brotes de mal carácter y quién sabe qué podría pasar si se enterase …
Infografía de la promoción Calanda Homes, de Pryconsa. EL MUNDO
Calanda Homes, de Pryconsa. (Foto: Enrique F. Rojo, 2020)
Antiguo mercado al aire libre en la Prosperidad en la primera mitad del siglo XX. (Foto: La Prosperidad, 1862-2012. Ed. Temporae, 2012)
Mercado de abastos de la Prosperidad
El mercado de abastos de la Prosperidad se inauguró en enero de 1954 a partir de un proyecto de 1952 del el arquitecto Manuel de la Peña Suárez (Madrid,1922) con la participación del aparejador Mariano Trías y del constructor de obras Gregorio Lapuente Máñez. El edificio, según las crónicas de la época era bello y moderno y constaba de dos plantas de líneas esbeltas y gran diafanidad. El nuevo mercado tenía capacidad suficiente para satisfacer las necesidades presentes y futuras del populoso barrio de la Prosperidad que para entonces crecía sin cesar.
Contaba con cámaras frigoríficas en veintitrés departamentos individuales, 34 almacenes, 52 puestos interiores, 177 bancas, 19 tiendas en el exterior y servicios higiénicos para uso de los vendedores y empleados del recinto.
Alzados da las fachadas oeste, principal a la calle de Vinaroz, y sur a la calle de López de Hoyos. Proyecto de 1952 del el arquitecto Manuel de la Peña Suárez.(Archivo de la Villa de Madrid)
La carpintería metálica o metalistería (así se decía entonces), que constaba de barras, ganchos, columnas, soportes y demás accesorios imprescindibles en la instalación de las tiendas, las realizó la Casa madrileña de Francisco Martín cuyos talleres se encontraban en la calle de Jerónimo Llorente nº 18, y que también había realizado análogos trabajos para los mercados de Argüelles y de Andrés Mellado.
Los cierres metálicos y las persianas de hierro de las tiendas, tanto interiores como exteriores, así como los de los accesos del propio mercado, fueron ejecutados por la Casa Ramos, instalada en la calle de Luis Misón nº 20, que también participó en la construcción de los antes citados mercados.
Las obras de carpintería en puestos, tiendas, ventanas, bancas y barandillas fue tarea de los talleres de Jesús Sánchez C. situados en la calle de Monederos nº 7. El solado lo acometió la empresa SUMMA, con oficinas en la calle de Alberto Aguilera nº 28. Las instalaciones de fontanería, saneamiento y servicios de agua corriente en puestos y tiendas las realizó la Casa Urbano Rubio, con sede en la calle de Raimundo Lulio, 14.
Mercado de la Prosperidad en los años 70 del siglo XX. (Foto: Susana Martínez)
Las reformas del mercado
A lo largo de su historia el mercado de la Prosperidad ha experimentado algunas reformas y mejoras que han intentado modernizar sus instalaciones con el propósito de hacer más cómodo el trabajo de los vendedores y de atraer a los clientes. La idea de modernizar y mejorar la calidad del mercado para impulsar su actividad comercial y mantener el empleo a través del llamado comercio de proximidad han sido objetivos recurrentes del Ayuntamiento de Madrid.
Puesto de encurtidos, salazones, legumbres, conservas y frutos secos en el mercado de la Prosperidad antes de la crisis que ha obligado a su completa reestructuración .
Interior del mercado de la Prosperidad antes de la remodelación de 2015.
La última reforma en las postrimerías del siglo XX incluyó aire acondicionado, puertas automáticas y plasmas de televisión repartidos por los corredores. A pesar de los esfuerzos, el mercado de la Prosperidad no fue ajeno a la crisis general de este tipo de establecimientos y en 2009 la corporación municipal redactó un documento urbanístico que daba vía libre a la demolición del inmueble y su sustitución por uno nuevo.
Mercado de la Prosperidad durante las obras de reforma en septiembre de 2015.(Foto: Enrique F. Rojo, 2015)
Un mercado del siglo XXI
El mercado de Prosperidad se levanta sobre una parcela de propiedad municipal que ocupa una superficie de 1.824 m2. Cuenta con dos plantas y una superficie edificable de 3.700 m2. Tenía 70 puestos, de los que más de dos tercios estaban vacantes. En nuevo Plan General de 2009 permitía una edificabilidad total 5.924 m2, casi el doble de la original, aumentando la altura en los frentes de la calle de López de Hoyos y la plaza de la Prosperidad hasta 21 metros . En los frentes de las calles de Mantuano y Vinaroz se limita la altura a 16 metros.
Mercado de la Prosperidad durante las obras de reforma en septiembre de 2015.(Foto: Enrique F. Rojo, 2015)
Mercado de la Prosperidad durante las obras de reforma en septiembre de 2015.(Foto: Enrique F. Rojo, 2015)
La actual reforma, que supone el desbloqueo de parte del proyecto de 2009 y su adecuación a las necesidades y demandas del siglo XXI, está encaminada a crear un mercado energéticamente eficiente, con sistemas de recuperación de energía y aprovechamiento de las energías renovables, dotando al nuevo local de sótanos con plazas de aparcamiento para uso de los clientes del mercado y zonas de carga y descarga.
Mercado de la Prosperidad durante las obras de reforma en septiembre de 2015. La reforma incluye el vaciado interior y su reestructuración completa(Foto: Enrique F. Rojo, 2015)
El proyecto de reforma pretende recuperar el protagonismo de la calle de López de Hoyos como vía comercial, perdido en los últimos lustros en favor de las calles adyacentes, en gran medida por la dispersión en la zona de los comerciantes del mercado que se reestablecieron huyendo de aquel espacio sin clientes cada vez más desolado. El plan para el mercado da acceso a actividades terciarias complementarias a los comercios tradicionales, en un modelo similar al realizado en otros mercados de la red municipal, incluyendo una mediana superficie. En definitiva, se trata de intentar recuperar el valor de los mercados de barrio como modelo de abastecimiento tradicional, conjugando su actividad con la de los modelos de supermercados de barrio en una visión más adecuada a las demandas del siglo XXI.
Mercado de la Prosperidad durante las obras de reforma en septiembre de 2015.(Foto: Enrique F. Rojo, 2015)
Nuevo aspecto del interior del mercado de la Prosperidad después de la reforma de 2015. (Foto: Enrique F. Rojo, 2015)
Aspecto del interior del mercado de la Prosperidad después de la reforma de 2015, a la espera de la completa ocupación de los puestos de la planta baja. (Foto: Enrique F. Rojo, 2015)