PRESENTACIÓN EN EL CENTRO CULTURAL «NICOLÁS SALMERÓN» DE MADRID
Con motivo de la inauguración en el Centro Cultural Nicolás Salmerón de Madrid de una exposición antológica de los últimos treinta años de carrera del escultor Pablo Serrano, en la tarde-noche del lunes 25 de febrero de 1985 se realizó en el patio del Centro, sobre una pieza donada por el artista, el acto simbólico de la “quema del objeto”. (ABC, 26/02/1985)
Mientras de fondo sonaba el «Aleluya» de Haendel, en el interior de la obra, denominada por su autor «de la presencia de una ausencia«, se quemaba un cubo de cartón que al consumirse descubría la presencia simbólica del objeto quemado en el espacio vacio surgido.
En esta obra el centro, el interior, cobra protagonismo. Una forma, un objeto destinado a ser destruido. La construcción del vacío que se genera a consecuencia de la destrucción de ese objeto mediante el fuego. La quema como acto conceptual. La destrucción produce un nuevo objeto artístico. La quema (destrucción) conduce al vacío (construcción). Lo que permanece, para Serrano, es la presencia de una ausencia.
“El espíritu (…) también en esta materia pertenece a cada individuo; él es tiempo ilimitado. Tenemos consciencia de los espacios. Creemos en tiempo y espacio limitado. Nos hacemos, nos continuamos (tiempo y espacio ilimitado). Realizamos otro objeto extendiendo al infinito las características de él. Tomamos un cuerpo de materia si hacemos desaparecer el primer objeto y nos quedamos otro espacio / PRESENCIA DE UNA AUSENCIA /”. (Pablo Serrano)
Esta «quema del objeto nocturna» ya la realizó Serrano en 1980 en la exposición antológica celebrada en la Fundación Calouste Gulbenkian de Lisboa, y en la plaza de España de Alcañiz (Teruel) en 1981, donde la obra, similar a la madrileña, se acabó por situar frente a la fachada del Hospital de Alcañiz, en la calle del doctor Joaquín Repollés .
OBSESIÓN ARTÍSTICA DE SERRANO
Lo curioso de esta obra, como una constante en la carrera de Serrano -también hay otra pieza similar en Andorra (Teruel)-, y a la que dedicó una investigación casi obsesiva, es el escaso interés que parece que ha despertado entre sus propietarios. La o las piezas en cuestión fueron donadas por Serrano a los ayuntamientos que ahora las poseen y, por lo general sirvieron para representar el mencionado rito de destrucción-creación a través del fuego. «Tomar el fuego o darse al fuego, destruir o consumirse; tal es el giro psicológico que transforma todos los valores. Por el fuego todo cambia. El fuego es interno o externo; el externo es mecánico, corruptor y destructor; el interno es espermático, engendrador, madurador» -decía Serrano.
DESINTERÉS DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS
Las esculturas como la de Madrid o Alcañiz fueron ubicadas en espacios acordes al carácter de la obra y con el tiempo se trasladaron a otros lugares. Ahora se encuentran en medio de zonas de paso, sin interés o medio escondidas. En el caso de la que se situó en Madrid, en el patio del Centro Cultural Nicolás Salmerón, en 1995 se reubicó en una especie de parque fuera del recinto original. Este parque, cerrado con una verja y con aspecto de un jardín privado, fue inaugurado el 17 de febrero de 1995 por el entonces alcalde Jose Mª Álvarez del Manzano, con el fin de servir de zona verde para las personas que acudían al Centro de Mayores «Nicolás Salmerón». Durante 13 años sólo se utilizó para algún campeonato de petanca y, desde 2008, aproximadamente, hasta mediados de 2012 sólo se abría por el personal de Parques y Jardines para su mantenimiento, escaso por otra parte.
Así, la escultura ha permanecido olvidada, en medio del parque, abandonada y, por periodos, devorada por la maleza. En la actualidad el parque se abre en el horario en que se mantiene abierto el Centro de Mayores. Parte del ajardinamiento se ha desmantelado y se mantiene un vallado de obra junto a material de albañilería en estado de abandono total. Ya sea por ser poco conocido y quizá también por su ubicación en umbría, este espacio verde con obra de arte incluida a penas tiene visitantes. Solamente lo frecuentan los gatos, que han hecho del lugar un refugio, y algunos perros con sus dueños.
NOTA (05/ 11/ 2017): Durante los meses de verano de 2017 la obra de Pablo Serrano ha sido retirada de su emplazamiento.
NOTA (15/ 10/ 2020): Durante los meses anteriores a la crisis sanitaria la escultura se trasladó al patio del antiguo Colegio Nicolás Salmerón, Centro Cultural Nicolás Salmerón.
Paso por delante de este lugar todos los días al ir al trabajo, y siempre me ha llamado la atención el estado de dejadez que tiene, de falta de mantenimiento. Aparte del personal de jardinería nunca he visto a nadie. No se…no me da buena espina.
Resulta todo muy extraño. No creo que se pueda construir en ese espacio ya que afectaría a los edificios colindantes, en especial a Vinaroz 31 y Príncipe de Vergara 156 que tienen fachada mirando al parque. Habría que saber a quien pertenece el suelo del parque. A lo mejor resulta que no es de quien pudiera parecer.
No sé muy bien cómo, el caso es que he llegado a tu blog… Es fantàstico, y detrás de cada post muchas horas de redacción y documentación. Mi enhorabuena!
Gracias por el comentario. Saludos.
Actualmente se ha retirado de dicho Parque por obras de mejora e instalación de juegos infantiles en el mismo. La escultura se encuentra en el patio interior del Centro, para su traslado a un punto visible del Patio exterior, sobre un espacio preparado para su colocación y con una poca explicativa para las y los vecinos que quieran conocer la obra y su autor. Las obras de adaptación de este espacio se llevarán a cabo en próximos meses. Según indicaciones de la familia de Pablo serrano debe estar en un lugar visible pero protegido de vandalismo o robo, es decir, no en una vía sin vigilancia.