Lápices de colores

Hace algunos días hablé de la antigua fábrica de lápices Hispania de Ferrol. Su estado de abandono después de cerrar es triste y su aspecto, la verdad, induce al lamento. Supongo que somos muchos los que alguna vez hemos tenido entre nuestros dedos un lápiz elaborado en esta fábrica, pués muy abundante tuvo que ser su producción. Una de las marcas que fabricó fue Johann Sindel, nombre que pudo haber tomado por semejanza de la alemana Johann Faber (actualmente Faber-Castell), no se si como tributo o por resultar más comercial el nombre. Seguramente podría haber sido esto último. Sin embargo, parece que la verdadera historia, más verosimil que la posibilidad que he aventurado, es que la marca se debió al nombre de un técnico alemán que fue reclutado por la dirección de la empresa como jefe de taller en los años 30 de nombre Johann Sindel.
Por su valor simbólico, que excede con mucho el ámbito comarcal, la verdad es que esta fábrica merecería un mejor destino, diferente al incierto futuro que la amenaza.

El caso es que rebuscando entre «mis cosas» he encontrado una caja de cartón de la marca Johhan Sindel, de finales de los setenta o primeros ochenta. También hallé revueltos por ahí algunos lápices sueltos de A.W.Faber Aquarell 2145, éstos de finales de los años sesenta, bastantes gastados, por cierto. Toda una reliquia.
Escribo sobre este asunto porque después de leer unos apuntes de Miguel-Anxo en su BLOG me he empapado de su tono nostálgico y he recordado que tenía unos lápices de colores de cuando era pequeño que bien podían ser de la antigua fábrica de lápices de Ferrol. Efectivamente así ha sido y ahora me siento más tranquilo por haberlos encontrado. A veces, haciendo limpieza, cometemos torpezas irresolubles. Por suerte, esta vez no fue así.