Piscina Stella (Foto: Enrique Fidel, 2007)
La cultura progresista del siglo XX siempre tuvo entre sus objetivos un desarrollo armónico de mente y cuerpo y cuando la Segunda República llegó al poder, impulsó las dotaciones deportivas públicas y privadas. En Madrid, se promovieron piscinas para aliviar el calor del verano, ya que las vacaciones en la playa eran inasequibles para la inmensa mayoría de los trabajadores. En el Plan General de 1930 ya se proponía una gran zona deportiva y recreativa a orillas del río Manzanares y, siguiendo sus directrices, se levantó la piscina La Isla, que desapareció tras la Guerra Civil, y la Playa de Madrid -ahora en manos privadas- cuya buena arquitectura no es muy reconocible.
El siglo XX ha aportado nuevas tipologías arquitectónicas, y una de las más curiosas ha sido la de las piscinas públicas. No hay piscinas públicas en el siglo XIX en Madrid. Ha sido el siglo XX el que ha visto cómo la ciudad se iba llenando de piscinas, primero a cielo abierto y luego cubiertas, democratizando los baños, al tiempo que, con el desarrollo de los años 60 y las segundas residencias, empiezabann a abundar las piscinas particulares, en su mayoría con la manida forma de riñón, copiada de la que Alvar Aalto hizo para la Villa Mairea, reproduciendo el contorno ondulado de un lago finlandés.
Piscina-Club Stella
Fue pionera en las piscinas después de la guerra civil, a las orillas de la calle Arturo Soria. Parece que su construcción fue planificada en tiempos de la República, auspiciada por el interés que hubo en aquellos años en promover las actividades deportivas. Pero lo cierto es que hasta después de 1939 no se iniciaron las obras. Según los datos que aporta el Colegio de Arquitectos de Madrid, fue en 1945 y no finalizaron hasta 1947. El responsable de la piscina fue Fermín Moscoso del Prado Torre, aunque más adelante, en 1952, se llavaron a cabo unas reformas a cargo del prolífico Luis Gutiérrez Soto y de su sobrino José Antonio Corrales Gutiérrez.
La piscina club Stella fue inaugurada en 1947 por Manuel Pérez-Vizcaíno Pérez Stella y su esposa. El edificio fue construido imitando la sede de un club cercano al mar, quizá de un barco. El arquitecto Enrique Domínguez Unceta afirmó que su estilo pudo haber estado influido por el Club Naútico de San Sebastián.
La construcción de la M-30 recortó su extensión, pero aún era una de las mejores piscinas de la ciudad, especialmente tras la desaparición de la vecina Piscina Mallorca, en la misma calle Arturo Soria. Fue pionera en el «top less» e incluso tenía una terraza para practicar el nudismo muy cotizada por los amantes de esta alternativa. El edificio está protegido, lo que impide realizar obras que modifiquen su estructura.
Imágen actual de la Piscina Stella (Foto: Enrique Fidel, 2007)
Tenía varias praderas independientes sobre las que se tumbaban decenas de personas, muchas de ellas clientes de toda la vida que sin salir de Madrid querían tomar unos baños en unas instalaciones que tenían calidad y un cierto encanto en sus porches y terrazas.
Emparentada formalmente con el racionalismo, la piscina Stella, nacida en la cornisa de Ciudad Lineal sobre la vaguada que ahora recorre la M-30, se ha mantenido milagrosamente intacta desde su construcción. Su silueta se asoma al puente que une la calle Arturo Soria y la calle Costa Rica y ofrece su perfil náutico a los conductores que saltan sobre la autopista urbana. Su blanca arquitectura evoca la imagen del puente de mando de un gran transatlántico de los años 30. Sin duda, está influida por el Club Náutico de San Sebastián (1930) de Aizpurúa y Labayen, que está considerado como uno de los edificios pioneros del racionalismo español. Precisamente esta obra de la arquitectura donostiarra habría que ligarla a uno de los proyectos más notables del zaragozano Fernando García Mercadal que, con su Club Naútico, de 1925, iniciaba una linea que más adelante se desarrollaría con profusión. También es pertinente asociarla con la piscina La Isla que diseñara Luis Gutiérrez Soto. Aunque su calidad formal sea menor, su composición es asimilable al racionalismo.
Imágen actual de la Piscina Stella (Foto: Enrique Fidel, 2007)
En realidad, la Piscina-Club Stella se inauguró en 1947, tomando como nombre uno de los apellidos del propietario Manuel Pérez-Vizcaíno Pérez-Stella. Según ésto, estaríamos ante un edificio muy posterior a la fecha que se le ha venido atribuyendo hasta el momento, y la obra sería descendiente tardía y solitaria del estilo racionalista que prácticamente desapareció tras la contienda civil. La evidente filiación estética del inmueble y su proximidad a las actividades promovidas durante la República, además del carácter progresista de los habitantes de la Ciudad Lineal en la que se ubica, han otorgado a la piscina Stella un pasado más largo del que en realidad tiene, ya que cumple ahora 60 años de historia, en 2007.
Cuando se construyó ocupaba una superficie mayor que la actual, que incluía terrenos ocupados ahora por la M-30. Sus vistas daban sobre la ancha vaguada que utilizaban los rebaños de ovejas, como la cañada que era, antes de que la ocuparan los coches. No cabe duda de que la sociología del barrio de Ciudad Lineal ha sido determinante en el origen y la conservación de la piscina Stella a lo largo de los años. Se pensó como piscina abierta al público previo pago, no era un club cerrado, era una iniciativa comercial que no tenía competencia oficial. El relativo apartamiento en el que se encontraba Ciudad Lineal respecto al centro, la falta de piscinas públicas en Madrid y la gran distancia a las instalaciones deportivas del Manzanares, hicieron que los vecinos considerasen Stella como una dotación deportiva de su propio barrio y la utilizasen intensamente. Esto ha contribuido al mantenimiento del edificio en un estado muy próximo al original. Es uno de los mejor conservados de toda Ciudad Lineal.
Fotografía en blanco y negro de la Piscina «Stella», anterior a 2007, poco después de la última reforma de 2005.
En el año 2000 un grupo inversor intentó hacerse con la propiedad, pero al conocer las limitaciones que imponía el edificio parece que optaron por retirarse. Se llegó a hablar de que un importante grupo iba a invertir para construir un gimnasio al estilo americano, con grandes salas preparadas para todo tipo de deportes.
Finalmente, parece que los propietarios han estudiado convertir toda la zona en un centro deportivo, con gimnasios y otras instalaciones para poder explotarlo todo el año y no limitar su funcionamiento a los dos meses de verano o a los caprichos del tiempo.
Piscina «Stella», septiembre de 2010. (FOTO: El País, 2010)
Piscina La Isla
Cuando llega el calor, los madrileños que no pueden salir de la ciudad ocupan las piscinas. No siempre fue así. Se trata de un fenómeno del siglo XX; el Plan General de 1930 tuvo la idea de dotar a la ciudad de dos zonas de baños sobre el Manzanares. Como un barco varado, surgió en una isla del río la más hermosa piscina que Madrid haya tenido nunca. Su vocación marítima se hizo realidad en las aguas del Manzanares y se encarnó en un edificio de formas navales de Gutiérrez Soto. La Guerra Civil destrozó el edificio; su memoria es la de un buque fantasma que permaneció varios años amarrado en el Manzanares.
Estampa de la piscina La Isla, junto al río Manzanares en la década de los 30 (Autor: Damián Flores)
El cambio del siglo XIX al siglo XX traería el interés por la naturaleza como escenario vinculado a las actividades físicas. El nuevo humanismo de librepensadores y libertarios otorgaba al individuo un nuevo papel en el que cultura y ciencia se daban la mano y el cuidado del cuerpo adquiría una importancia que no había tenido desde los tiempos clásicos. Surgen grupos espontáneos de naturistas, excursionistas, gimnastas, vegetarianos y culturistas, vinculados a ateneos y otras instituciones culturales, que propugnan el cuidado simultáneo de la mente y el cuerpo. Los baños de mar también han ido ganando prestigio en los mismos años, y la aristocracia y la burguesía se desplazan en verano hasta las costas (Santander y San Sebastián) para tomar baños de ola. La pasión por el agua se abre camino, rompiendo las ancestrales barreras de temor y definiendo una nueva relación a través de las actividades al aire libre.
Piscina La Isla, de Luís Gutiérrez Soto. Foto de 1931, donde se ve la ubicación del recinto, en el centro de la canalización del río Manzanares, en un islote ya existente. En la esquina superior izquierda se puede ver la Estación de Ferrocarril del Norte-Príncipe Pío, en el Paseo de la Florida, 2, c/v Paseo de San Vicente, c/v Paseo del Rey, 1.
Todo este conglomerado de nuevas ideas de salud determinó la aparición de las instalaciones deportivas y de ocio, un fenómeno que no ha dejado de crecer desde entonces, y que todavía no ha tocado techo ahora en el siglo XXI. Entre estas nuevas dotaciones urbanas destacan las piscinas públicas, que pretendían democratizar el baño urbano. Esto adquirió en Madrid un profundo carácter simbólico, que aminoraba la histórica nostalgia que los madrileños sienten por el mar.
El origen de todas las modernizaciones hay que buscarlo en tiempos de la Segunda República. En ningún otro momento había dedicado Madrid tanta atención a su río, aunque el Plan General de 1930 ya contempla un programa de espacios recreativos vinculados al Manzanares, y las primeras serán las piscinas que se realizan rápidamente coincidiendo con la república y el racionalismo. En Madrid encontramos tres pequeñas joyas de la época de especial interés y diferente suerte. La más hermosa, la piscina La Isla, desapareció sin dejar más rastro que el fotográfico y pictórico; otra, la Playa de Madrid, tuvo que travestirse en estilo imperial para sobrevivir tras la Guerra Civil; y la más modesta, laya comentada piscina Stella, se ha mantenido ajena al paso del tiempo, conservando su perfil náutico como un refrescante monumento al racionalismo.
Piscina La Isla de Luís Gutierrez Soto, 1931 (Plantas baja y principal). Imágenes de las piscinas exterior con bañistas y de la cubierta, en el interior del recinto.
Primero fue La Isla. Era el año 1931 y allí estaba Luis Gutiérrez Soto, autor del formidable edificio del Cine Barceló de Madrid, dispuesto a resolver brillantemente, y con el nuevo lenguaje racionalista, todo encargo que cayera en sus manos, especialmente las instalaciones deportivas, de las que era autor y usuario entusiasta. El se hizo cargo de diseñar y construir la piscina en una isla del río Manzanares, y Madrid consiguió un balneario con imagen marinera que recordaba al Club Náutico de San Sebastián (emblema temprano del racionalismo español -1930- debido a Aizpurúa y Labayen). El proyecto entronca -como señala Carlos Sambricio– con la idea de la Ciudad del Reposo propuesta por el GATCPAC, que en Madrid deriva en la planificación de parte de la zona de El Pardo como área de ocio, fuera del núcleo de la ciudad. En esta zona el río Manzanares se embalsó y se crearon las llamadas playas de Madrid. El edificio de Gutiérrez Soto se concibió como una actuación puntual y singular que daba respuesta con un lenguaje puramente racionalista a las necesidades de ocio que en aquellos momentos demandaba la sociedad popular madrileña -el ocio de las masas-.
Club Naútico de San Sebastián de Aizpurua y Labayen, 1930
Si la piscina La Isla era de iniciativa privada, inmediatamente aparece otro empeño público similar, aguas arriba del río: la Playa de Madrid (1932-1934), primera playa artificial de España, para la que se construye un embalse en el Manzanares. Manuel Muñoz Monasterio diseña los edificios en el estilo racionalista de aquella modernidad. Si La Isla era elitista, la Playa era popular, pero ambas fueron destruidas durante la Guerra Civil y se voló la presa. Aunque la Playa de Madrid corrió mejor suerte, ya que fue reconstruida por el mismo autor en 1947, camuflando su estilo internacional con los tejados de pizarra y pináculos que imponía el retrógrado nacionalista triunfante.
Dibujo del Cine Barceló, de Gutiérrez Soto (Autor: Damián Flores)
Si la piscina La Isla desapareció y la Playa de Madrid sobrevivió camuflada como club elitista en estilo imperial, otra iniciativa privada de los años 30 se ha mantenido como solitario emblema de la estética racionalista: la piscina Stella, que ha seguido abierta, en funcionamiento, y ha conservado una intacta imagen náutica asomada al río de coches de la M-30. Quizá debe su supervivencia al temperamento moderno, deportivo e higienista de los habitantes de la Ciudad Lineal, que escogieron aquella zona para estar en contacto con la naturaleza y mantuvieron en uso uno de los mejores espacios de la arquitectura de ocio de la capital.
En tiempos más cercanos irían apareciendo otras piscinas de menor valor arquitectónico, al tiempo que se generalizaba su uso entre los madrileños. A ello contribuyó el famoso Parque Sindical, más conocido popularmente como «la charca del obrero», de la que se dijo en su momento que era la mayor piscina de Europa, de uso masivo durante los calurosos meses de verano, incorporada a la memoria colectiva de millones de niños madrileños de posguerra. Otras piscinas municipales ocupaban lugares privilegiados, como la Casa de Campo, otras surgían cerca del río, y diversas instituciones, como las universitarias, construyeron sus propios espacios para el baño al aire libre, convirtiendo éstos en un derecho accesible que hoy sería irrenunciable. (Texto publicado en Archi-texturas)
Gran Piscina «El Lago», carretera de El Pardo, 37, en frente al Puente de los Franceses. «La piscina El Lago estaba situada al final de la Av. de Valladolid, en el solar que hoy ocupa el Hospital de La Moncloa, junto a la via del tren en el Puente de los Franceses.
Yo iba allí a bañarme en el verano en los años setenta, hasta que la cerraron, creo que en 1983.
El ambiente que se respiraba en esta piscina era bueno y sobre todo muy familiar, también solían ir algunos estudiantes, parejas, la gente de los ballets de televisión y los teatros, así como algunos actores de los denominados secundarios. Todos ellos le daban un aire muy liberal, adelantándose a su tiempo, y donde todas las mujeres hacían topless y todo el mundo iba en tanga (incluidos los hombres), siempre de una forma sana y natural, pero que en aquella época llamaba la atención porque era cuando empezaba a verse en España alguna que otra persona extranjera con este destape, las primeras que lo hacían, y sólo en las playas más turísticas….» (Comentario de Andi a la entrada, VER COMENTARIOS)
Referencias.-
Sambricio, Carlos
Madrid, Vivienda y Urbanismo, 1900-1960
Akal Arquitectura
Madrid, 2004
Dieguez Patao, Sofía
La Generación del 25. Primera arquitectura moderna en Madrid
Ediciones Cátedra
Madrid,1997
Piscina Stella_Ciudad Lineal
(en Historias Matritenses Blog)
Piscina Stella, «Un buque varado en la M-30» (El País, 2010)
Poco puede uno a añadir, por no decir nada, a tan completo estudio. No es de extrañar que, aun siendo bastante posterior, la fantástica Piscina Stella siga respondiendo a modelos racionalistas anteriores: pese a la incorporación marcadamente ideológica, en el primer franquismo, de ciertos elementos (más decorativos que arquitectónicos, quizá) de carácter historicista, no hubo en muchas realizaciones, a mi modo de ver por lo menos, una marcada ruptura entre la arquitectura que diríamos «republicana» y la nueva.
Si interesa una reminiscencia personal, como cliente que fui de la Piscina Stella en mis años infantiles (ahora, cuarenta años después y luego de media vida en el extranjero, casi la veo desde mis ventanas al otro lado de la M-30), aquí dije algo hace tiempo:
http://eldoctorhache.wordpress.com/2006/01/25/arturo-soria-y-su-ciudad-lineal-1/
Gracias por estya bitácora, que se me ha hecho imprescindible en pocos días.
La piscina Stella siempre llamó poderosamente mi atención. Me parecia un bonito edificio con reminiscencias marineras descontextualizado espacial y temporalmente. Se me hacía imposible integrarlo dentro de la vorágine de la M-30 y de Arturo Soria, en medio de un incesante ruido y del contínuo ir y venir de vehículos. Y sin embargo, el curioso edificio siempre estaba ahí, en un minúsculo esquinazo, oculto por la tapia que le cobija del exterior, aunque siempre me quedaba en la incertidumbre de pasar por ahí cualquier día y no volver a verlo ya. Por lo que parece la piscina está protegida y aunque se diera un cambio en la actividad no podrían modificarlo, ni menos aún derribarlo. Un pedacito de historia reciente.
Un saludo,
Enrique
La Stela en los finales de los años 60, principio de los 70, tenia fama de elitista, y recuerdo que los chicos mayores de mi barrio comentaban que por la noche era un «club», dicho con toda la prudencia, ya que por aquel entonces yo tenia 10 años. Recuerdo que comentaban que en los bailes que se hacian por la noche iban jugadores del Real Madrid, Velazquez, Groso, Pirri,…. vamos de los Yeyes. Yo de hecho solo fui a la Stela una vez.
Solia ir a la piscina Formentor, que estaba a la altura de la Stela, entre Ciudad Lineal y el Pinar del Rey. Esta piscina era mucho mas moderna y grande, y en aquellos años tenia solarium para tomar el sol desnudos (o eso se decia). Tenia una magnifica pradera con pinos que todavia hoy se conserva, y ahora pertenece al pedazo bloque que se levanto en los 80 (Gran Vía de Hortaleza, frente a Banesto, por cierto Banesto tenia 2 buenas piscinas e instalaciones deportivas).
Otra piscina que estaba en Ciudad Lineal es la Mallorca. Estaba frente a la actual DGT, a la altura de Hueso Pineda. Era muy pequeña, y por lo que recuerdo debia haber sido construida cuando la Stela, pero sin ninguna particularidad que yo recuerde.
Ricardo.
la piscina stella el baile en los años 60 se hacian por la tarde en verano como en invierno asistiamos todo el mundo eso de vedetes no existia….. la parte de abajo heran los pinos de la ciudad jardin un saludo …….
Gracias por la información Luisin. Por la noche si que recuerdo que se hacian fiestas, no se si con baile, pero mi primo si que iba los sabados por la noche y llegaba muy tarde a casa, a eso de las 2 0 3 de la madrugada. Como apuntaba anteriormente, se decia que iban los jugadores del Real Madrid.
Los pinos para nosotros eran los de Arturo Soria. Estaban en paralelo a la piscina (todavía hoy queda alguno), y lo que hoy es la M30 era un descampado lleno de montones de tierra. Justo al otro lado empezaba la Ciudad Jardin, en una rotanda con un kiosko de bebida y algo así como una caseta de los tranvias. En fin, que esto depende mucho de quien y como lo mire. En mi caso, desde mi antiguo barrio.
marquez no se de que año hablas pero en los años 60 te digo porque estado los domingos a bailar casi todos los domingos y yo personalmente no he visto ningun jugador del madrid y referente halos pinos de la ciudad jardin estaban justo detras del stella y la ciudad jardin empezaba al final de la calle alfonso 13 donde moria el tranvia que venia de diego de leon tranvia n° 40 y a su izquierda teniamos un bar que se llamaba » la casuca» donde una bolera » bolo palma» hacia las delicias de los aficionados cantabros en madrid un saludo desde francia…….
Entrañables recuerdos, Ricardo y Luisín.
Magnifico apunte Luisin. Has descrito toda una epoca de un lugar. La Ciudad Jardin fue en mi niñez uno de los lugares que más me gustaba.
De lo de los bailes yo te hablo entre 1969 a 1972, aproximadamente.
Los pinos… pues ya te digo, segun donde vivieramos, para mi eran los de Arturo Soria, para ti los de Ciudad Jardin.
Apuntas un tema muy interesante: los bolos. No se si conocias la Iglesia de San Juan Bautista, donde tambien habia bolos de Cantabros. Los domingos por la mañana era todo un acontecimiento social.
Ricardo.
Marquez estamos recordando cosas de una memoria fantastica,te dire que en aquellos tiempos boleras existian en arturo soria a la altura de lopez de hoyos que justo al lado de la bolera existia una baqueria, otra bolera en las cuarenta fanegas, otra en el barrio de san blas cuando comenzaron a edeficar toda la colonia despues se paso a la calle agastia paralelo a arturo soria a la altura de donde estaban los estudios de cine CEA y tambien el campo de fulbol del plus ultra esta bolera existe en el dia de hoy….. atencion boleras montañes bolo palma nada americano..sobre san juan bautista no me viene a la memoria dames mas datos ….. un saludo
Una información fantastica. Esto daria para otro hilo. Si te parece ponte en contacto conmigo directamente:
rmrmarquez@yahoo.com
más que nada para no saturar este hilo de Enrique, con los bolos.
Ricardo.
Hola Enrique,
Siguiendo el hilo de Luisin, me metido en mi blog una ampliación sobre la piscina Stella.
Perdona que lo haga con mensaje, pero no sé como meter un vínculo al mio desde aquí.
Saludos.
Ricardo.
Hola Ricardo. Te enlazo.
Bueno, aqui un carroza de 78 añosque nado en la Isla de 1946 a 1950… Y la isla no se destruyo en la guerra incivil
Me he metido en la página por que mi padre dice que nadó en la piscina de la isla, con el club canoe. Me ha extrañado mucho oir decir que la piscina se destruyó en la guerra y además de forma definitiva.
Mayte yo tambien me bañe de niño en la piscina la isla. Durante la guerra se debio de destruir la pileta de la parte delantera yo jugué alli de niño despues de la guerra entre los escombros y nunca se reconstruyó esa parte.
Sin embargo la psicina cubierta y a la de verano de la parte de atras yo creo que estuvieron abiertas al menos hasta principio de los años 60. Es cierto que habia que haceerse socio o de Educacion y Descanso o del Canoe.
Hola Pepe,
Enhorabuena y gracias por tu testimonio.
Respecto a lo que comentas de la guerra civil, hay documentos gráficos y textuales que documentan el estado de ruina en que quedó la piscina trás los bombardeos. Otra cosa es que se pudiera haber recuperado, tal y como ocurrió con el hospital Clínico, el palacio de La Moncloa, la casa de las Flores de Zuazo, muchas de las Facultades de la Complutense, etc, etc. Había otros proyectos para la zona y para el Manzanares…
Un saludo y muchas gracias por la visita. Vuelve cuando gustes.
Enrique.
Hola Enrique,
He visto en este blog algún cuadro de Damián Flores con escenas de arquitectura racionalista. Hasta el 28 de Febrero se puede ver una exposición suya titulada «DAMIÁN FLORES LLANOS: ARQUITECTURA RACIONALISTA EN MADRID II» en la Gajería Estampa de Madrid. Si tú ya estás al tanto, quizás le pueda interesar a algún lector.
En la página web de la galería también se pueden ver las obras mostradas en una exposición anterior del mismo pintor:
http://www.galeriaestampa.com/cms/index.html
Un saludo,
José Luis Pérez
Hola a todos:
He aterrizado en este blog porque estoy escribiendo la historia de mi padre e investigando las piscinas de Madrid antes de la guerra, a partir de una foto de mis padres fechada en junio 1936 en la piscina El Lago.
Pepe, recuerdas si existía tal piscina y dónde?
Estaría muy agradecida si teneis alguna info al respecto. Saludos, Beatriz
La Piscina «El Lago» estaba al final de la avenida de Valladolid donde ahora está la Clínica Moncloa
Hola, he llegado a este foro conducida por mi madre y me gustaría puntualizar algo sobre la piscina de «El Lago» del Puente de los Franceses, no solo a Beatriz, como respuesta, si no también a Antonio Madrid y a José Carlos Tamayo.
Yo nací en el 72 y durante muchísimos años estuvimos toda mi familia yendo a esa piscina, puesto que mis abuelos vivieron en el Paseo de la Florida y los dueños eran conocidos suyos.
En aquella piscina aprendieron a nadar mis primos (1966 y 1968), mi hermano (1969) y, mi tío lo intentó conmigo, pero no hubo manera… jajajaja. Y recuerdo haber seguido yendo bien entrada la década de los 80, hasta que dejé de hacerlo (y no porque la hubiesen cerrado).
Con respecto a los homosexuales, si los había, desde luego más discreción era imposible; lo que si que recuerdo bien es que tenía un solarium donde las mujeres hacían top-less tranquilamente; y dos piscinas, la principal en forma de L (con un increíble trampolín de 3 pisos) y la de niños (en la cual ahogaba a mi pobre Nenuco). Al lado de ésta había columpios y un arenero, por lo que os podeis hacer a la idea de que era más bien una piscina bastante familiar.
La cafetería (al aire libre) era enorme, camuflada literalmente por los muchísimos árboles que daban sombra permanentemente y allí disfrutamos muchos momentos de «café con hielo» y partidas de chinchón en familia, las cuales se convirtieron en una tradición.
Un abrazo a todos y espero haber servido de ayuda.
Bea
La piscina del Lago, situada en el puente de los franceses, era muy avanzada para su época: fue el primer sitio donde las mujeres hacían topless y también donde primero se empezó a usar el tanga, ya se había generaliazado aquí cuando en las playas más turísticas de España se empezaba a hacer topless muy tímidamente, y lo mismo ocurre con la utilización del tanga.
La persona que iba a esta piscina por primera vez, tanta libertad y tanto destape le llamaba la atención, porque fuera de este lugar no había tanta libertad, pero en estas instalaciones era algo tan habitual y tan normal que la gente ya estaba acostumbrada.
La costumbre era, que además del consiguiente desnudo pectoral generalizado de las mujeres, tanto los hombres como las mujeres, llevasen por única indumentaria un diminuto tanga.
Gracias a todo este atrevimiento, la piscina el Lago tubo un gran éxito, principalmente, entre la gente joven, que todavía recuerdan con añoranza.
Desde que esta piscina cerró sus puertas, no ha habido ninguna otra instalación que la sustituya o se asemeje.
Yo de pequeña iba al parque sindical. ¿Es la misma?. Desde luego en la de parque sindical había hasta bañadores de alquiler por si no tenías o te habías olvidado el tuyo. Aunque imagino que era para impedir que las personas se bañasen vestidas dando cualquier excusa.
Hola. Yo nací en la piscina el lago del pte de los franceses. Mis padres vivían allí manteniendo la finca todo el año. Los mejores momentos de mi vida los pasé allí. Fui nadadora del club que se formó cuyo entrenador «Carlos Piernavieja» era un encanto. Te podría contar muchísimas cosas que viví allí.
Un saludo
Hola Beatriz:
La piscina El Lago estaba situada al final de la Av. de Valladolid, en el solar que hoy ocupa el Hospital de La Moncloa, junto a la via del tren en el Puente de los Franceses.
Yo iba allí a bañarme en el verano en los años setenta, hasta que la cerraron, creo que en 1983.
El ambiente que se respiraba en esta piscina era bueno y sobre todo muy familiar, también solían ir algunos estudiantes, parejas, la gente de los ballets de televisión y los teatros, así como algunos actores de los denominados secundarios. Todos ellos le daban un aire muy liberal, adelantándose a su tiempo, y donde todas las mujeres hacían topless y todo el mundo iba en tanga (incluidos los hombres), siempre de una forma sana y natural, pero que en aquella época llamaba la atención porque era cuando empezaba a verse en España alguna que otra persona extranjera con este destape, las primeras que lo hacían, y sólo en las playas más turísticas.
Ante tanta libertad, también irían algunos homosexuales de los que empezaban a salir del armario en aquellos años, lo que daría esa «mala fama» a esta piscina.
En la azotea del edificio de los vestuarios había un solarium, solo para señoras, donde éstas tomaban el sol desnudas, para los hombres no había. Las instalaciones se completaban con varias terrazas en las que se entremezclaba la gente, en alguna ocasión llegué a ver a gente en alguna de ellas que se había quitado el bañador disimuladamente para tomar el sol desnudos, pero no era algo demasiado habitual.
Además de los vestuarios destacaban la gran cantidad de cabinas individuales que había para cambiarse, situadas enfrente de este edificio.
Por último, decirte que en algunos libros de Madrid se habla de esta piscina, y en las guías de Madrid, al menos hasta hace cuatro o cinco años, seguía apareciendo, como si continuara abierta.
Hola. Yo nací en la piscina el lago del pte de los franceses. Mis padres vivían allí manteniendo la finca todo el año. Los mejores momentos de mi vida los pasé allí. Fui nadadora del club que se formó cuyo entrenador «Carlos Piernavieja» era un encanto. Te podría contar muchísimas cosas que viví allí.
Un saludo
Yo creo que te confundes. Carlos Piernavieja, no fue entrenador, ni fundó ningún club en la piscina El Lago. Era periodista del diario Marca.
Como nadador fue campeon de España antes de la guerra y perteneció al Canoe.
Este club fundado en los años 1930, entrenaba en las piscinas de La Isla, nunca en la piscina El Lago.
Su entrenador mas famoso fue Enrique Granados.
me encanta este blog, me lleva a mis primeros años. yo he sido siempre vecino de esta zona, en conreto en la calle de julian hernandez, la que sale enfrente de tráfico. la piscina que estaba en esta calle, se llamaba «tequila». con respecto a un apunte anterior, al lado de la piscina el lago, estaba florida, ambas en el puente de los franceses. florida era familiar, el lago decían era un poco para los de la acera de enfrente. la calle de arturo soria, solo tenía un carril, en dirección hacía la cruz de los caidos, alli estaban efectivamente los estudios de la cea, restos de la plaza de toros, restos de la oficina de correos y telegrafos, el campo de futbol del plus ultra, donde todos los domingos por la mañana había futbol. en el prioncipio de la ciudad jardin, efectivamente había un kiosco donde se podía llevar la merienda, que se llamaba el chigre y que todavía existe. tambien había multiples merenderos en la callle arturio soria, esquina con lopez de hoyos, donde el cine cuidad lineal, se llegaba en el autobus 9, de toda la vida, o en el tranvía que subía desde la plaza de toros….en fin que vida mas buena aquella. saludos a todos.
me encanta esta pagina a trves de ella tengo fotosde madrid que son una joya .Quisiera saber el año en que se cerró la piscina la isla .Muchas gracias
Hola Ramón,
No lo sé con exactitud, pero imagino que debió de ser en torno al 36-39, pués los bombardeos aéreos por la zona dejaron las instalaciones totalmente arruinadas.
Un saludo.
La piscina de La Isla se reconstruyo al finalizar la Guerra Civil y funciono hasta 1955 o 1956. En el barrio permanecieron las Piscinas del Lago (Hasta la decada de los 70) y de la Florida, (Hasta mediados de los 60) las dos estaban una a continuación de la otra.
Por favor, ¿alguien recuerda en qué calle estaba la Piscina Formentor? Era muy popular en el Madrid de los 60? y sus instalaciones eran enormes, según recuerdo.
Agradecería mucho -por cuestiones sentimentales- saber en qué calle estaba porque se me ha olvidado. Gracias. inma
La piscina Formentor estaba en la calle Mesena, número 20, esquina López de Hoyos, según el anuncio de su inauguración que aparece en la hemeroteca de ABC. Aquí te dejo el enlace:
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1963/05/30/066.html
En el año 70 yo tenia 12 años y me llevaban a la Stella y la Formentor. Esta estaba en la calle Mesena cv calle Montearagon. Se iba en autobus y habia que bajar en Lopez de Hoyos, y subir por la empinada calle Juan Sanche Ron (con calor, claro, era verano).
La piscina Formentor era mucho mas grande y en plan mas familiar y popular. La piscina era enorme y la pradera y el pinar, estupendos.
La Stella, mas para lucirse o darse tono, hacer anillas, jugar a los bolos en bañador. Sobre todo, cuando bajaba el sol, que era cuando, en palabras de un vecino mio (casado y ligón), venía lo bueno, llegaban las gachís. Vamos, que era sitio de ligoteo y de rollos propio de aquellas epocas.
En ambas se tomaba el sol desnudos o en topless, en unas zonas especiales. Y por supuesto en cualquier sitio bikinis y microbikinis. Por cierto que ahora se han empeñado en contarnos que esa epoca era mucho mas oscura de lo que realmente era.
– La piscina El Lago se divisaba estupendamente, siempre que iniciaras un viaje por ferrocarril desde la estación del Norte, estación mas avanzada en los años 60, ya que sus lineas estaban todas electrificadas.
– Aunque era muy brevemente, se apreciaba esta piscina al paso del Puente de los Franceses siempre y cuando estuvieras atento por la velocidad del tren.
– De estudiante he acudido en esa decada de los 60, a pegarme el primer baño de la temporada, con algún que otro compañero del Instituto Cardenal Cisneros de la calle de los Reyes, inauguraban temporada a primeros de Mayo.
– En mi epoca era corriente ver a personajes como el Duo Dinamico, que posiblemente actuaban por las tardes noches y por las mañanas, se acercaban a esa piscina para estar en forma, (por supuesto siempre había alguna moscona que otra a su alrededor).
– La verdad es que eran tiempos muy agradables los de esos años donde te lo pasabas bien con tres pesetas.
– Un saludo.
–
– En la zona de la calle Francos Rodriguez, existían otras dos piscinas bien equipadas (años 50-60) se trataba de la piscina Kandusky y la piscina Tritón.
– Recuerdo que el tranvia nos dejaba en la para de Ofelia Nieto y despues tenias que bajar una pequeña cuesta, hasta estas dos piscinas.
– Pasado cierto tiempo volví a preguntar por ellas y lamentablemente se habian cerrado dejando paso al ladrillo.
– Me gustaría que alguien me comentara algo de estas dos piscinas.
– Saludos.
Mientras buscábamos información sobre la piscina Tritón para un artículo de nuestro blog, topamos con este comentario. Aunque ya hace bastante tiempo que fue puesto, por si acaso la persona que lo puso sigue interesada, nos gustaría compartir el enlace a nuestro artículo, donde se puede encontrar algunas fotos y un breve estudio histórico sobre la piscina:
http://amigosdehesa.blogspot.com/2011/11/la-piscina-triton-fotografias-antiguas.html
Enrique, si no te parece oportuno que dejemos el enlace aquí, puedes eliminar el comentario.
Saludos desde la Dehesa de la Villa.
Yo iba amenudo a la piscina El lago. recuerdo que iba caminando por el parque del Oeste procedente de la calle Andrés Mellado ,donde vivía y al finalizar la bajada ,ya en el puente de los franceses estaba la entrada de la piscina.
Recuerdo que era las más cuidada y limpia de la zona, también la más cara pero merecía la pena.
Me viene a la memoria unas gradas de color blanco donde se tomaba el sol y paralelas a la vía del tren y cerca del enorme trampolín . también destaco las muchas cabinas individuales que había, algunas estaban alquiladas a los asiduos de la piscina que tenían su propia llave.
El Dúo dinámico la frecuentaba y siempre me acuerdo del actor Emilio laguna con un bañador amarillo tipo tanga que era asiduo del lugar entre otros actores.
Una curiosidad:
En una secuencia de la pelicula «el cochecito», de Berlanga, aparece esta piscina a lo lejos, vista desde la plaza de Jose Maria Soler. Es la escena en la que Pepe Isbert se reune con sus amigos que tienen «cochecitos» (hacia el minuto 19). Tambien se ve la parada final de la linea 16 de autobuses.
Un saludo.
Muchas gracias a todos por haberme hecho retroceder en el tiempo.
Ha sido un placer leer vuestros comentarios acerca de las piscinas Stella y Formentor, donde fui de niña, hace ya muchos años; ahora tengo casi 53, y recuerdo con bastante nostalgia los días en que iba con mis padres a ellas.
Yo viví, hasta hace 6 años, en Príncipe de Vergara, por lo que la distancia no era grande, relativamente, para ir a cualquiera de las dos piscinas.
Ahora resido en Las Rozas, y una de las razones por las que me vine a vivir aquí, además de la calidad de vida que ello supone, es que en mi urbanización como en todas las que hay construídas, evidentemente, tengo piscina, porque siempre me han encantado; y desde que cerraron la piscina Formentor, primero, y después la del Santiago Bernabéu, donde también iba, me dejaron sin mis «piscinas».
Un cordial y afectuoso saludo a todos cuantos han dejado su comentario aquí.
Lola
Otra nostálgica de la Formentor y de su pinar…lo que ignoro es el año de cierre, alguien lo sabe? Yo vivía en Legazpi, así que imaginaos la peregrinación que suponía para mi madre con dos hijas desplazarse a la otra punta de la ciudad. Hace un par de años pasé por Mesena 20 con el coche y de refilón ví un bloque de pisos con locales en los bajos, y creí intuir el esplendor antiguo del pinar.
En la pisacina El Lago, hubo permanentemente solarium para mujeres, en la que se tomaba el sol integral, y en una pequeña época, que yo no llegué a conocer otro para hombres. Tenía el agua inmaculada, porque la gente se bañaba muy poco y el ambiente era tan liberal, que más bien parecía estar en otro pais. El bar magnífico tan to en bebidas, espectacular la sangría, como en comida, destacando la paella. Todos los habituales sentimos mucho el cierre.
Como ampliación de mi comentario tengo que añadir que el ambiente era muy variopinto, pero que predominaba el de gente del espectáculo, y con un porcentaje elevado de homosexuales, tanto hombres como mujeres, pero nadie se metía con nadie, siendo el ambiente muy tranquilo sin el más mínimo ruido, entre otras cosas, porque ñiños había muy pocos, tan sólo se oía la musica de los «40 principales»
Si la piscina La Isla estuvo cerrada algunos años por haber destruída parcialmente durante la guerra, desde luego estaba a pleno funcionamiento en 1950, ya que yo nadaba (pertenecía al Canoe) en ella, entrenada por Enrique Granados. He visto en la reseña de algunas páginas web que se la da como destruída durante la guerra, pero no fue así. Concretamente no comencé a ir a ella en diciembre de 1949, preparándome para el Trofeo de Reyes.
Gracias por este maravilloso blog, me gustaría saber si tienes algo relativo al parque recreativo (también con piscinas) que tenía la Unión de Explosivos cerca del Manzanares, al que se accedía atravesando una antigua estación de ferrocarril en desuso por aquel entonces. Gracias de nuevo y saludos.
Hola, despues de releerme el tema piscinas racionalistas, me entra cierto refresco…a la Stella no fui nunca pero si la veia a veces, de la Isla ni idea de su existencia, en cuanto a la del Lago, esa piscina era un icono para mi, ya que mi padre nos solía llevar a una piscina en Villalba que por cierto ya no existe ,,,era La Delfe, hoy solo hay un pasaje dedicado, en ella los fines de semana solían tocar al cierre unos grupos musicales tan de moda de los 50/ 60..yo era un crio..y a la vuelta, en el tren veía desde lo alto del Puente de los Franceses donde pasaba el tren la activa piscina del Lago que me encantaba, ese recuerdo es imborrable.
saludos
Yo empecé a ir a la piscina El Lago (al final de la avenida de Valladolid) a mediados de los años 70 hasta que la cerraron en la década de los 80. Me gustaba mucho por lo super limpia que estaba el agua, la tranquilidad que había allí y por algo que a todo el mundo llamaba mucho la atención: el ambiente tan liberal que se respiraba allí, totalmente familiar y juvenil.
Parecía que estabas en otro país porque todo el mundo estaba allí en tanga con total naturalidad, algo absolutamente desconocido en España por esas fechas, y en otros lugares. Esta piscina fue pionera en el topless y en el uso del tanga (tanto entre mujeres como entre hombres). Tanto es así que yo también me animé a probar a ponerme un tanga y allí me acostumbré a usarlo siempre en todos los sitios.
Los bañadores que usaban todos allí, eran la mínima expresión. Con total seguridad que si esta piscina hubiera permanecido abierta un poco más tiempo, la gente hubiera ido totalmente desnuda.
En alguna ocasión llegué a ir a la piscina Stela (en Arturo Soria), pero no tenía nada que ver, no había tanto ambiente, aunque de alguna manera lo intentaba tratando de seguir sus pasos.
Es una pena que cerraran las instalaciones de la Piscina El Lago, como tantas otras, ya que las piscinas comunitarias no son lo mismo, les falta ese ambientillo de antaño. Tras producirse el cierre, las personas habituales de esta instalación se repartieron fundamentalmente por las piscinas municipales, sobre todo en la de la Casa de Campo (curiosamente también llamada El Lago, aunque no tenía nada que ver), la de San Pol de Mar (ambas por su proximidad), la de la Elipa y la de la Vaguada, estas dos últimas con solarium nudista recién inaugurado por aquellas fechas.
Una piscina como la del Lago nunca podrá volver a existir, era algo demasiado bueno, más propio de otro mundo.
Buenisimos momentos que pasé en esa piscina durante un monton de veranos, desde 1965 a 1979 todos los veranos ibamos a Mdrid a ver a un familiar de mi padre y todos los dias ibamos a esa piscina, yo era de Oviedo y para mi era un mundo muy distinto al de provincias, ver actores, ahi aprendi a nadar con unprofe que se llamaba Gerardo y tenia buenas amigas a las que hace muchisimos años que no he vuelto a ver pero aun me acuerdo muchisimo de ellas, Conchi, Curra, y su madre simpatiquisima, daria algo por volver una sola vez …. pero es imposible volver al pasado.
Mariví, soy Kurra, y me gustaría ponerme en contacto contigo. La casualidad ha querido que vea esto y me acuerde de todos esos ratos que pasamos juntas allí.
Si, la piscina el Lago en esos tiempos tenía estilo, allí se podían ver a vedettes con sus cuadros de baile, a Alfredo Alaria, al boxeador Luis Folledo luciendo cicatrices por su paso como torero.
Un poco antes de llegar a la piscina el Lago estaba la piscina Florida y entre medias de las dos
In baile-merendero que se llamaba “los Cipreses”,
Acerca de la Piscina El Lago: Recuerdo, hacia 1965; yo vivía en París y, en verano venía unos días a Madrid. En esta piscina era una delicia almorzar viendo los pequeños bikinis (no llegaban a tangas) Los clientes eran del espectáculo… y lógicamente, esto atraía a las chicas entonces llamadas de alterne. En fin… adorable lugar
tiruliqui1@hotmail.com
Yo nadé en la piscina La Isla en los años 40 a 45 recuerdo a José Perez Guerrero, luego médico en la Concepción, Victoriano Perez Gimenez luego aparejador igual que Antonio Garcia (padre de Ana Garcia Obregón,) que era de mi curso,de Aro Tecclen periodista y de uno que le llamaban o se llamaba piernavieja De el hijo del musico Guerrero que dicho músico murió con su esposa en un naufragio del barco en el Canal de la Mancha y su hijo Enrique estaba en la Isla como de profesor de natación.Antonio Garcia yo nadábamos braza.Si alguien lee esto siendo de esos tiempos que se ponga en contacto conmigo.tiruliqui1@hotmail.com– mi nombre es Víctor Alonso Domingo vivo en Zaragoza
El entrenador del Canoe en la piscina de la Isla era Enrique Granados, hijo del músico del mismo nombre que murío en el Canal de la Mancha al ser torpedeado en el año 1.917.
No se apellidaba Guerrero.
Tomamos nota y queda corregido. Gracias Ricardo. Un saludo.
una pena que la piscina stella este ahora cerrada y abandonada a su suerte, estaba fenomenal
Hola a todos, y sobretodo al encargado de este blog y de este post. Hace unos meses unos inversores me encargaron la redacción de un informe para comprobar si el edificio de la piscina Stella se podía derribar y así construir ahí un nuevo edificio, aprovechando que la parcela estaba en venta. Imaginad mi asombro. Por tanto, y tras la noticia del derribo de la Casa Guzmán de Alejandro de La Sota he escrito un artículo en Linkedin sobre el poco interés que alberga actualmente este tipo de edificios y lo desprotegidos que están legalmente en muchos casos (no es el caso de la piscina Stella). Buscando información para enriquecer la publicación di con este artículo, el cual he nombrado y vinculado en la publicación. Os dejo el enlace por si tenéis interés en echarle un vistazo. Un saludo a todos!
Ismael Pizarro
http://www.paisajeencontrado.com
https://www.linkedin.com/pulse/patrimonialización-de-la-arquitectura-moderna-piscina-pizarro-muñoz?trk=hp-feed-article-title-publish
Gracias, Ismael, por la cita en tu artículo. Te publico en mi facebook: https://www.facebook.com/enrique.rojoescobar
Un saludo.
Muchas gracias a tí también Enrique
En el franquismo se integró a todos los arquitectos, cosa que en la república comunista que le antecedía llenó de asesinados las cunetas y de odios España. El Estilo internacional triunfó pero eso no le hace ni mejor ni peor.
Me gustaría saber quien la mandó construir y quien era el propietario de las Piscinas de La Isla en los años 30,
Aunque yo era muy pequeño, nací en 1947, la llegué a conocer en y la recuerdo muy bien gracias a que mi padre, nadador del Canoe, me llevaba. Allí aprendí a nadar.
He sufrido un error en mi anterior petición. Mi apellido es Forcat y no Foircat como he puesto.
Ruego disculpas
La piscina se construye por la Sociedad el Nilo, propiedad de los hermanos Iglesias, sobre terreno municipal, tras conseguir la concesión de éste para dicho uso por 50 años. En julio de 1936 los propietarios huyen de Madrid y la piscina pasa a ser gestionada por los trabajadores de la misma, como se hizo con todos los establecimientos de ocio en aquel momento. Tras el final de la guerra, los hermanos Iglesias recuperaron la propiedad, pero, se encontraron que la piscina estaba dañada por haber sido alcanzada por un obús. Dado que no tenían dinero para reconstruirla, aceptaron la oferta de Educación y Descanso, para vendérsela. Y este organismo la reconstruyó y reabrió y fue el propietario hasta su cierre en 1954.