Unos chalés en la playa de Somo y el temporal (Cantabria)

En Somo, frente a Santander, las olas invadieron la playa y arramblarón cuanto encontraron en su camino. Y en su camino se toparon con una serie de chalets construidos en la década de los ochenta del pasado siglo.
Las consecuencias del encontronazo tuvieron cierta gravedad económica para los propietarios de las viviendas.

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Chalés en la playa de Somo (Foto: Diario Montañés, 2014)

Los pasados 1 y 2 de marzo de 2014, según explicaciones de técnicos en la materia, la combinación de una profunda borrasca sobre las islas Británicas y un potente anticiclón en las Azores, produjo una situación de vientos intensos y fuerte oleaje en las costas del norte y noroeste de la Península Ibérica, que efectó de manera acusada a la Comunidad cántabra.
En Somo, frente a Santander, las olas invadieron la playa y arramblarón cuanto encontraron en su camino. Y en su camino se toparon con una serie de chalets construidos en la década de los ochenta del pasado siglo.
Las consecuencias del encontronazo tuvieron cierta gravedad económica para los propietarios de las viviendas, sin que nadie resultase herido.

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Chalés en la playa de Somo (Foto: EFE, 2014)

Lo extraño del suceso no ha sido ver como el mar avanzaba hasta su encuentro violento con las casas causando destrozos. Al contrario, lo difícil es entender qué hace una urbanización a menos de 100 metros del mar, levantada en medio de la playa, por delante de la protección dunar y amparada por un muro de hormigón armado para prevenir las mareas. No parece extraño, pués, que hechos como este puedan producirse, conocido el  común desprecio que suele manifestarse cuando de retar a las fuerzas de la Naturaleza se trata. Más aún a sabiendas del cambio climático y del calentamiento global que ya se deben considerar como  fenómenos más que evidentes y a los que habría que prestar más atención.

Hace cerca de siete años escribí en este mismo blog unas líneas en las que manifestaba mi asombro al ver cómo se construían edificios y urbanizaciones a pié de costa y en primerísima línea de playa, sin ningún pudor ni preocupación por la posible destrucción de ecosistemas sensibles y sin temor a las posibles consecuencias por el devenir natural de las cosas. Lo hice en referencia precisamente a esta Urbanización de Somo, un ejemplo revelador de cómo se pasa la excavadora por encima de dunas y playas para crear nuevos paisajes de hormigón y ladrillo, y que evidencia la impudicia y la falta de escrúpulos de los promotores, constructores, Ayuntamientos y compradores de las viviendas que invaden la playa.

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Chalés en la playa de Somo (Foto: EFE, 2014)

Aunque este temporal haya sido el más violento y «contumaz» en tres décadas y aunque la reforma de la Ley de Costas española ampare este tipo de despropósitos que benefician a los especuladores en su avaricia infinita, parece sensato pensar que sucesos como este no ocurrirían de no haber edificios plantados en medio de las playas. Deberíamos poner remedio porque no  podemos ir en contra de la Naturaleza.

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Urbanización en la playa de Somo antes de los destrozos de 2014 (Fotos: Enrique F. Rojo, 2007)

Referencias.-

En primera línea de playa (Blog Urban Idade, 2007)
Mas fotografías Urbanización Delfín en Somo (Blog Driza.Me)
Reforma Ley de CostasInfografía (El País, 2014)
Ley de Costas (Noticias, El País)
Fografías temporal en Cantabria (El Pais, 2014)

5 opiniones en “Unos chalés en la playa de Somo y el temporal (Cantabria)”

  1. Realmente sorprendente, porque en la década de los 80 ya se construía siempre con proyectos pasados por el correspondiente te colegio demarquitectos

  2. Me ha dado mucha pena por sus propietarios ver estos días pasados en TV los destrozos causados por el temporal, pero mi primera reflexión ha sido exactamente la misma que la tuya: ¿Qué hacen ahí esos chalés? Tendría un pase si estuviéramos hablando de construcciones muy antiguas, como otras que hemos podido ver también en fechas recientes castigadas por el mar en Galicia, pero en los años ochenta es imperdonable que se permitieran estas barbaridades. Y, como se ha podido ver, no solo por los daños paisajísticos. La naturaleza es sabia y el hombre, bastante tonto.

    1. No sé muy bien que es lo que puede mover a alguien a comprar una casa adosada tan cerca del mar. Me parece que son mayores las desventajas que las posibles bondades, aunque las casas sean muy bonitas. No entiendo por qué hay que levantar un muro de hormigón delante de las viviendas si no es porque se está desafiando a la Naturaleza y existe la prevención de que algún día suceda una catástrofe natural, como así ha sido.
      ¿Por qué, entonces, las autoridades permiten este tipo de construcciones a promotores despreocupados, sin que ninguno de estos dos actores asuma ninguna responsabilidad echándole la culpa al «tiempo»? ¿Es ignorancia, falta de inteligencia, mala fe, ambición…?
      A mí no me produce ninguna alegría que alguien pierda su casa a causa de un temporal, pero es que no entiendo porque pasan algunas cosas cuando parece de sentido común que puedan pasar. Y cuando pasan, la reflexión hay que hacerla.
      Un saludo, Miguel.

  3. Querido amigo,
    Respetando el fondo de tu disertación ecológica, comentarte lo siguiente.
    Posiblemente un experto en leyes de costas te pudiera aclarar un poco de que va eso de la ley de costas…
    A todo pichichi le gusta vivir y disfrutar de un entorno particular, o tener una vivienda con buenas vistas y si puede ser las mejores vistas. Cuando te enseñan una vivienda que entre 2 casa se ve una franjita de vistas o una vivienda con vistas a un patio de manzana con todo lo tranquilo que pueda suponer (pues no tiene las molestias del tráfico o la jarana nocturna), la gente en general y con letras grandes, quiere sus vistas a poder ser con buena orientación y con el mejor entorno social y natural posible. Cuando te vas a comer a un restaurante para disfrutar, buscas el mejor, calidad precio; y también agrada que tenga buena situación (sino la mejor situación).
    Eso es así desde el principio de los tiempos, y eso querido amigo ahora no ha cambiado un ápice.
    Por lo que no te sorprendas ni te rasgues el pecho por el hecho de encontrarte lo que consideraríamos una aberración urbanística, más cuando es de hace 40 o 50 años, cuando la ley permitía poderte hacer una casa casi en cualquier parte.
    Efectivamente la ley de costas ha cambiado a mejor y se ha vuelto más intolerante en cuanto a la protección de costas (mares y rías) se refiere; pero la ley de costas solo afecta a todas aquellos planes parciales que salgan tras la aprobación del plan de costas y que en nada afectan a los planes en el pasado aprobados. De hecho te puedes encontrar un terreno junto a la playa que hoy mismo se pudiera construir, porque está situado en una unidad de ejecución aprobada anterior al plan de costas, cosa distinta a las calificaciones aprobadas por ciertos Ayuntamiento, pasándose el plan de costas vigente por el forro de…
    No obstante y entrando en lo ecológico. Todos queremos lo mejor para la naturaleza y a la vez disfrutar de la misma. Cuando son unos pocos que con respeto (biólogos, naturistas, ecologistas…) se acercan a la naturaleza, puede que esta no sea perjudicada o al menos no de forma significativa a nuestros ojos; pero cuando son millones los que se quieren acercar con igual derecho (y que te quede claro que todo el mundo tiene -a priori- el mismo derecho a disfrutar de ella), entonces, por mucho respeto que se tenga, es inevitable que se perjudique. Y que te conste que a menudo, los mayores maltratadores de la naturaleza, han sido los llamados ecologistas. La idea sería intentar distribuir el tiempo libre de esos millones de personas a lo largo y ancho de este mundo, y eso es muy difícil de conseguir y gestionar.
    Ahora bien esa disertación tuya sobre el respeto a las dunas, sobre la ley de costa…
    Decirte que cuando el mar quiere tomarse su derecho, no hay plan de costas de 100 o 200 metros que se lo impida. Lo que ha pasado en Cantabria, es una ínfima parte de lo que pudiera pasar. Cuando la naturaleza dice hasta aquí hemos llegado, no te preocupes que no le hace falta ecologistas ni biólogos que se pongan de su parte, hace falta la Cruz Roja y voluntarios para que se ponga de la nuestra.
    Las casas a las que se les ha caído la terraza, llevan siendo perjudicadas por el mar muchos años y tarde o temprano esto iba a pasar; pero el problema no han sido las casas o la situación de las mismas, muy al contario estas casas han impedido posiblemente males mayores al resto del pueblo, ya que han servido de rompeolas;. El problema es que el mar se ha llevado hasta 2 metros de altura de arena en toda la costa playera de todas las playas de la zona, eso ha hecho (en este caso) que los cimientos de las terrazas se hundan, que ayudados del oleaje han terminado irremediablemente por caer. Al irse la arena la mar ha comido terreno a la playa y llega con muchísima más facilidad y virulencia a la debilitada costa (también a tus queridas dunas). Si hubieras dedicado un poco de tiempo a ver toda la playa, verás que en zonas (como la playa de Latas donde no hay viviendas), el mar se ha cargado toda una zona de ecosistema con sus dunas incluidas. Si delante de las mismas hubiera habido viviendas (cosa no deseable), de seguro esto no hubiera pasado; pero claro es el mar el que siempre va a tener la razón, lo queramos o no lo queramos. Ahora sí, contigo estoy con que no me han gustado nunca esas viviendas tan cerca de la playa; pero eso es más un tema de buen gusto que de protección medioambiental.

  4. Acabo de estar en esta playa y me ha desagradado ver estos chalet sobre las dunas. Mis hijos me decían que qué chulo tener una casa en la playa pero les he explicado que no debían estar ahí, que la playa es de todos y la construcción de esos chalets afecta a la playa y la altura. Sólo espero que la demarcación de costas los haya dejado fuera de ordenacion y cuando otro temporal los destruya no vuelvan a construirse. He buscado en internet y he visto este post vuestro con el que coincido.

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