La casa de Iván de Vargas (siglo XVII), que fue aposentador de Juan II y patrón de San Isidro –quien es el «Santo Patrón» de Madrid-, se encontraba en la calle del Doctor Letamendi 1, esquina a San Justo. La casa original se derribó y sobre ella se construyó otra que perteneció a Ana de Vargas, hija del primero. En la casa residió Juan de Bohórquez, Consejero de Castilla con Felipe II, siendo en 1625 propiedad de Francisco Guidiel de Vargas, para pasar en 1661 a manos de su hijo Luís Gudiel de Vargas que unió a la propiedad varias casas colindantes.
En el Plano de Teixeira de 1656, no se distingue la fachada, por estar orientada ésta al norte, si bien queda perfectamente definida su ubicación. En la maqueta de León Gil de Palacio, se observa el edificio tal como se encontraba a finales del siglo XX.
En 1729 César Gudiel de Vargas reconstruyó la fachada de la Plaza del Cordón por encontrarse en estado ruinoso. En el siglo XX la propiedad pasó a manos de la familia Forns Letamendi, la cual se hallaba emparentada con la vía en la que se encontraba la casa y por lo cual así se la denominó. En 1994, el Ayuntamiento de Madrid, a instancias de la propiedad, declaró en ruina parte del edificio,la cual, en 1995 se demolió por el mal estado y la falta de conservación en la que se encontraba. En 1998 el Consistorio lo adquirió por 2,1 millones de euros y un año después lo cedió a la Fundación Madrid Nuevo para que se hiciera cargo de su rehabilitación. En 2002 lo que quedaba del edificio se vino abajo. Los cerca de 3000 metros cuadrados llenos de historia del solar , repartidos en dos plantas, sótano y dos patios interiores, se convirtieron entonces en objeto de especulación urbanística. Finalmente, parece que albergará una biblioteca municipal.
Casa de Iván de Vargas en la Costanilla de San Justo (Doctor Letamendi) en 1928 (Foto: Flickr)
Los cerca de 3000 metros cuadrados llenos de historia del solar , repartidos en dos plantas, sótano y dos patios interiores, se convirtieron entonces en objeto de especulación urbanística…. ( Foto: Blanco, 2006 )
Urban Idade 
Cabe esperar que salvaran las varias piedras armeras que, además de la del dintel de la puerta, salpicaban la fachada. La triste historia de ese edificio siempre me ha parecido un símbolo elocuente de la municipal desidia… por dos agravantes: estar vinculado nada menos que al santo patrono de Madrid y ubicado a un tiro de piedra de la propia sede del Ayuntamiento.
Gracias por recuperar la memoria de tan histórico caserón.
Desde luego, la pérdida de una construcción emblemática de la ciudad hace que ésta pierda entidad histórica, al desaparecer parte de su pasado relevante. Desde el punto de vista práctico -económico, quiero decir- tal vez sea preferible tirar lo viejo y construir encima, por aquello de lucir «a la última», abaratar costes y quitarse complicaciones técnicas. A algunos gestores, me consta que la cabeza les funciona en esos términos.
Creo que no debemos ser tan indiferentes cuando ocurren cosas de este tipo. Pero todo esto se olvida pronto. En el nuevo edificio pondrán una plaquita con el consabido «Aquí estuvo…» y como si nada.
Un saludo.
Ésa de la plaquita (de chapa barata, además) con el «aquí estuvo» o expresiones similares, tan típica del Madrid de estos últimos veinte años, choca con lo que te puede pasar en ciudades que como Viena u otras muchas de Europa sí que han conservado, pese a las guerras, lo mejor de su patrimonio y pueden ufanarse en mostrar las casas auténticas donde vivieron tantos genios.
Un saludo muy cordial.
Resulta realmente penoso que, después de tanto lamento por lo que hemos perdido en nuestra ciudad, puedan suceder cosas como ésta. Mi pasión por la historia y la arquitectura antigua nació una tarde que descubrí la plaza del Cordón y sus edificios. La tranquilidad y belleza de la misma me abrió los ojos a ésta, en su momento, nueva afición y, naturalmente, parte de mi sorpresa también la proporcionó la casa de Iván de Vargas. Espero que, al menos, intenten reconstruir o conservar lo más que puedan del anterior edificio, emblemático sin duda como pocos en Madrid.
vEO QUE OS INTERESAIS POR mADRID aNTIGUO. ¿qUIEN ME PUEDE EXPLICAR LAS OBRAS QUE SE REALIZAN ACTUALMENTE EN LA PLAZA DE SAN ANDRES, FRENTE AL MUSEO DE LOS ORIGENES? sE TRATA DE RESTOS ÁRABES, CONCRETAMENTE SILOS, QUE HAN SIDO ELIMINADOS PARA ALOJAR ALGO ELÉCTRICO (tRANSFORMADOR?) Y SE HA DESCUBIERTO UNA GALERÍA DEUN VIAJE DE AGUA????
Hola Emilio,
No será la primera obra que arrase con restos del antiguo Madrid. El valor histórico de los restos goza de una jerarquía inferior al interés económico o social de las obras que se realicen. Esto quiere decir que, en el mejor de los casos, se estudiará dejar visibles parte de los restos y se les añadirá una breve leyenda que los identifique. Por desgracia la filosofía actual de «conservación» de restos arqueológicos sigue idénticos patrones. Una memoria más o menos detallada de los restos será más que suficiente para dejar constancia del hallazgo y servirá como material para posteriores estudios. El resto de los «restos» pasará a la historia de las desapariciones…
Un saludo,
Enrique.
Madrid es la ciudad de la piqueta, la especulación y la chulería cateta. No sé de qué podemos presumir cuando nos cargamos nuestro patrimonio. La historia de los monumentos derribados en Madrid ayer y hoy da pena y rabia. ¿Y cuántos más seguirán?
Sería absurdo enumerar todos los edificios tirados que deberían haber quedado en pie. Es mucho más fácil enumerar los que no se han tirado y acabamos antes.
La Casa Iván de Vargas (y pensemos que tampoco era la original) debería haberse respetado por muchas cosas. Por el sitio donde está, por lo que representa, por su historia, por honor a Madrid. Pero como siempre, manda la especulación. Sí, tambié hemos de reconocer que se ha reconstruído fiel a lo que era (que podría haber sido peor, como en el caso del cubo ese raro que han construñido en la parte de atrás que da de frente a la Basílica, qué espanto). Siempre recordaré la casa con la fachada apuntalada con esas gruesas vigas de madera que durante años estuvieron en la calle. Qué fácil hubiera sido conservarla, pero esta dichosa ciudad lo tira todo. Y ya puestos, pues que tiren la Basílica, que quedaría muy mono un bloque de apartamentos de lujo con vistas al Madrid de ls Austrias.