La movilidad urbana en bicicleta es una expresión de libertad, sentido común y de respeto hacia los demás. El uso de la bicicleta en las ciudades dignifica y hace más íntegra la vida humana. Las ciudades que estimulan y facilitan el uso de la bicicleta son más democráticas porque favorecen la igualdad ciudadana, integran a sus moradores y rompen las barreras diferenciadoras que establece el automovil.
Las ciudades con bicicletas son más limpias, más tranquilas, más silenciosas, más cómodas, más amables.
Las ciudades más amigables para pedalear
1. Amsterdam, Holanda: El 40% de los viajes urbanos se realizan en bicicleta.
2. Copenhague, Dinamarca: Cerca de un 36% de los residentes de Copenhague viaja en bicicleta a sus trabajos todos los días.
3. Bogotá, Colombia: La llaman «la Amsterdam latinoamericana», con 350.000 bogotanos moviendose diariamente en bici por la ciudad.
4. Curitiba, Brasil: La ciudad cuenta con 120 km de carriles bici.
5. Montreal, Canadá: Tiene 400 km de carriles bici, y el sistema se articula con la red de transportes de colectivos y trenes.
6. Portland, Oregon, Estados Unidos: Posee 400 km de carriles bici por los que se desplazan cerca de un 8% de los ciudadanos.
7. Basilea, Suiza: Cuenta con carriles bici diseñados para que los ciclistas sean más visibles y tengan prioridad de giro.
8. Barcelona, España: Cuenta con un circuito de carriles bici que recorre todo el perímetro del corazón de la ciudad, además de contar con 100 estaciones para alquilar y estacionar bicis. Las cifras oficiales dicen que 30.000 personas ya adoptaron la bicicleta como medio de transporte habitual.
9. Beijing, China: La ciudad cuenta con 50.000 bicicletas para uso público.
10. Trondheim, Noruega: Trondheim dio una solución novedosa al problema de las cuestas: ascensores de bicicletas que funcionan como teleféricos y trasladan a los ciclistas.
(Revista Brando, 2014)
Reblogueó esto en Urban Idade.
Hola Lola, en lo fundamental estoy de acuerdo contigo. La mala gestión de las administraciones en relación al uso de la bici en la ciudad (legislación, infraestructuras, etc.) aumentan el despiste y el malestar entre ciclistas, peatones y automovilistas. Por otra parte, gente desconsiderada, maleducada y, porque no decirlo, estúpida la hay en todas partes y por supuesto también encima de una bici. Pero esos serán estúpidos estén donde estén. También están las modas y ahora le ha tocado a las bicicletas y muchos piensan que es tan fácil como sacar la bici a la calle y pedalear por encima de los peatones. Pero todas las modas son pasajeras y estoy seguro de que al final los que queden serán en su malloría respetuosos y responsables. A lo mejor te interesa este otro artículo que publiqué en julio del año pasado: https://urbancidades.wordpress.com/2014/07/10/peatones-y-ciclistas-obligados-a-convivir/
Un saludo.
Siento no estar de acuerdo.
En muchas ciudades españolas se ha potenciado el uso de la bicicleta a costa del peatón.
En no pocas ocasiones los ciclistas ignoran las normas de tráfico, invadiendo las aceras a gran velocidad, saltandose semáforos, pasando de la calzada a la acera sin previo aviso… Se pone en peligro a los más débiles, ancianos y niños que transitan por las aceras, incluso en zonas escolares a las horas de entrada y salida de las clases.
Para colmo, estos nuevos «mesías» del ciclismo urbano, muestran una actitud arrogante e incluso agresiva, sintiéndose con una especie de superioridad moral por el mero hecho de que su vehículo es la bicicleta.
Como perjuicio adicional, en algunas ciudades, las bicis comparten carril con el transporte público, condenando a los autobuses (el verdadero transporte ecológico, eficiente y democrático en una gran ciudad) a ir al paso de un vehículo generalmente lento y de uso privado.
Estamos muy lejos, no sólo en cuanto a infraestructuras y cultura, sino en lo que se refiere a la actitud de ciclistas y conductores, de conseguir esos supuestos beneficios de las «ciudades amigables con las bicicletas».
Por poner sólo un ejemplo, Madrid era una estupenda ciudad para pasear con seguridad por las aceras. Lamentablemente, el mal uso de las bicicletas y la mala actitud de algunos ciclistas, van camino de situar a nuestra ciudad en unos niveles de seguridad vial tercermundistas (por cierto, en el tercer mundo se usa mucho la bici, por la ausencia del transporte público, y la seguridad vial brilla por su ausencia, aparte de otros valores, como la democracia, etc.)